Por David Arébalo
Fotografía: Gentileza Prensa

Teatro por la Identidad conecta, desde el año 2000, las artes escénica con los derechos humanos.

La marquesina del teatro  “El Nacional” en calle Corrientes al 960 deja de lado las apuestas comerciales, cada lunes de septiembre y octubre, para darle lugar al estante en el que Mauro  Simone y Susana Cart entregan las entradas a todo aquel que se acerque a ver Idénticos, el nuevo ciclo de Teatro por la Identidad.

El espectáculo de trece micromonólogos es de diversos autores nacionales que reúnen la identidad como concepto amplio y abstracto de la vida cotidiana. La obra es parte del ciclo Teatro por la Identidad que desde el año 2000 conecta las artes escénicas con los organismos de derechos humanos que buscan la Memoria, Verdad y Justicia sobre la desaparición de personas durante la última dictadura cívico militar en Argentina. 

Lo que los candidatos a presidentes José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión calificaron como “curro de los Derechos Humanos” no expresa las formas económicas que tiene Teatro por la Identidad en la que tanto autores, directores y actores hacen sus participaciones de manera ad honorem. La entidad teatral funciona con subsidios que cada vez son más escasos, y recurren al apoyo de seguidores del espectáculo a través de los #UrgenteLegislatura y #TratenLeyTeatroxlaidentidad para que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sostenga el compromiso artístico que requiere la entidad.

Directores y actores participan del ciclo en carácter de ad honorem.

 El ciclo se sostiene por las voluntades  artísticas  tal como lo expresó la actriz Victoria Almeida: “Para mí es una alegría participar por primera vez en Teatro por la Identidad,  pocas veces uno tiene la posibilidad de hacer algo que te guste el material, que represente la lucha. Es muy importante participar de algo tan importante y que forma parte de nuestra identidad como argentinos y argentinas”, sentenció la intérprete del monólogo Venceré con texto de Daniel de Pace y dirección de Maruja Bustamante.

Es tal el compromiso por sostener los ciclos teatrales, que los actores y actrices  se reemplazan o cubren los baches cuando no pueden concurrir al espectáculo. Así lo contó la actriz Malena Guinzburg sobre Cómo vencer la duda el monólogo que protagoniza,  de Santiago Varela con dirección de Mariela Asensio: “Primero me llamaron a mí, pero yo no podía hacerlo dos lunes de septiembre, después la convocaron a Dalia (Gutman) y ella no podía en octubre.  Es muy fuerte formar parte, me emociona”. 

La dirección general del espectáculo está a cargo de Daniel Varonese y la coordinación dramatúrgica la realiza Mauricio Kartun. Todos y cada  uno de las actrices o los actores  reivindican su compromiso al termina su monólogo diciendo su nombre: “Lo puedo decir porque sé quién soy”, exclaman.

Daniel Veronese y Mauricio Kartun están a cargo del ciclo.

Teatro por la Identidad nació para acompañar la búsqueda de nietos y nietas apropiados  durante la última dictadura. Esos niños y bebés que hoy rondan los 40 años, están entre nosotros, quizá entre el público. Las Abuelas de Plaza de Mayo esta semana cumplen 42 años de lucha y aún esperan encontrar a casi 300 nietos y nietas que faltan. Teatro por la Identidad es una forma más de difundir que en Argentina existen desaparecidos con vida. Los organizadores aseguran que el arte mueve fibras que otras formas de comunicar no logran.

Al finalizar cada espectáculo algún nieto o nieta restituido, o familiar que busca, brinda al público un conmovido su testimonio. El último lunes fue el turno de Lorena Battistiol, quien busca un hermano nacido durante el cautiverio de su madre desaparecida: “MI nombre es Lorena Battistiol, y puedo decirlo porque sé quien soy. A mí y a mi hermana Flavia nos crió mi Abuela, cuando se llevaron a mi papá y a mi mamá. Mi mamá estaba embarazada de seis meses, todavía estamos buscando a mi hermano o hermana que creemos que nació en Campo de Mayo”, concluyó.