Por Cristina Sille
Fotografía: Noelia Guevara y Juana Posbeyikian

La imagen de Santiago Maldonado se hizo presente nuevamente en todo el Centro porteño.

“Acá tendría que armar Santiago Maldonado”, recuerda una inscripción en la entrada de la principal feria de El Bolsón. A no más de cincuenta metros, testimonios de sus amigos rememoran los tatuajes que él mismo les había grabado. En la esquina, un local de comida rápida tiene su nombre pegado en la vidriera bajo la premisa ¿Qué pasó con? Ayer, en Plaza de Mayo y en muchas otras plazas del país, el rostro de Santiago Maldonado volvió a sostenerse en alto, ya no para preguntar ¿Dónde está? sino para exigir saber ¿Qué hicieron con él? 

El primero de agosto de 2019 se cumplieron dos años de la desaparición forzada de Santiago, cuyo rostro sigue presente no sólo en la  feria artesanal de plaza Pagano, sino a lo largo y ancho del país. Las principales sedes de marchas y convocatorias en reclamo de justicia y repudio al cierre de la causa Maldonado ayer se vieron en Río Negro, Rosario y Buenos Aires.

En el acto central de Plaza de Mayo al que asistieron miles de personas, sólo hubo dos oradores. Sergio Maldonado, hermano de Santiago y su pareja Andrea Antico, quien leyó una carta que había escrito Santiago antes de su desaparición. Sergio, por su parte, decidió hacer un listado de los y las responsables de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago, encabezada por el mismísimo Presidente de la Nación. Mauricio Macri, “porque su silencio e indiferencia legitiman la violencia que imparten las Fuerzas Armadas”. 

«¿Qué pasó con Santiago Maldonado?», fue la pregunta repetida en las pancartas y consignas del acto.

La columna principal ingresó por Diagonal Norte. La CORREPI, la Asociación de Profesionales en Lucha y el Servicio Paz y Justicia encabezaban la marcha, seguidos de varias agrupaciones de izquierda, como el Nuevo Más y el PTS. “Basta de impunidad”, “justicia por Santiago” y “no al cierre de la causa” fueron las principales consignas, que se repetían incesantemente en gritos y carteles. También acompañaron a la familia Maldonado organismos de Derechos Humanos como Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), H.I.J.O.S, entre otros. Y por supuesto, junto a ellos, la presencia en la memoria de los 30 mil desaparecidos de la última dictadura cívico-militar, y más acá en el tiempo Rafael Nahuel, Facundo Ferreira, los chicos masacrados en Monte y otras tantas víctimas de gatillo fácil.

Patricia Bullrich, “por permitir la represión, festejar la impunidad y deshumanizar a Santiago”, prosiguió Sergio Maldonado. Lo de Santiago no fue sólo la desaparición. Fue el secuestro, la tortura, la muerte, el encubrimiento. Fue compararlo con Walt Disney, decir que se había ahogado porque no sabía nadar. Fue denunciar que la familia recibía un subsidio, implantar pruebas, fueron los rastrillajes río arriba y río abajo. “Se habla como esto de un hecho aislado, de que a Santiago lo que le pasó, le pasó solo, porque no sabía nadar. Entonces, esta idea de convocar a la sociedad a que acompañe el reclamo de la familia tiene que ver, sobre todo, con que hay un Estado que está ausente en el acompañamiento a las víctimas y muy presente en el acompañamiento a los victimarios, por este sostenimiento institucional de que la verdad está en las fuerzas represivas y no se sigue investigando”, reflexionó Manuel Gonçalves Granada nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo en diálogo con ANCCOM. Y advirtió: “Si una represión como la que se vivió ese día queda impune, como claramente se está direccionnado desde los poderes del Estado, lo que estás haciendo es dejando una puerta abierta para que haya una nueva represión en otro momento y un nuevo Santiago Maldonado”.

Pablo Noceti, “por ser abogado de genocidas”, continuó Sergio. Santiago fue el inicio, o al menos la profundización, de una brecha con el Estado, de una forma de gobierno basada en la represión y la violencia contra los que combaten y reclaman. En la Plaza de Mayo pudo constatarse que hoy Santiago es más que una víctima. Es un símbolo. Porque en Santiago está la lucha por las causas justas, por las disidencias y los invisibilizados, pero también la impotencia por el accionar del Estado. La causa es emblemática, considera María Elena Naddeo, representante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, porque expresa la lucha contra el paradigma represivo de la ministra Patricia Bullrich. “No es solamente Santiago. Es Santiago, es Rafael Nahuel, son todos los pibes del gatillo fácil. Es un reclamo profundo para que retroceda este gobierno que está violentando todos los derechos”, termina.

Desde Macri hasta los jueces de la causa, Sergio Maldonado mencionó uno a uno a los responsables del destino de su hermano.

Claudio Avruj, “por negar la desaparición de Santiago”, dijo también Sergio. El Estado asesina a una persona cada 21 horas, recita Maldonado durante el acto, tras recordar que mientras se velaba el cuerpo de su hermano, la prefectura asesinaba a Rafael Nahuel. El avance de las políticas represivas y el retroceso en materia de Derechos Humanos es cada vez más evidente. El haber sido partícipe de la desaparición de una persona es, para Sandra Moresco, representante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, la primera aberración que cometió el gobierno. La segunda, fue no haber mostrado ninguna intención de esclarecer el caso, sino por el contrario, encubrirlo y taparlo.

Daniel Barberis, “por alterar las declaraciones de los gendarmes”, apuntó después Sergio. Cerca del mediodía, la noticia de que el Gobierno de la Ciudad no permitiría el armado del escenario para el acto en Plaza comenzó a circular. Myriam Bregman, que estuvo presente en aquella discusión detalló luego a ANCCOM: “Son todos símbolos que se van instalando. Quieren sacarnos de la Plaza y que no se hable más de Santiago Maldonado porque tienen, precisamente, un proyecto desde el gobierno muy fuerte de dar una imagen completamente diferente de la Gendarmería, de mandar pibes a la Gendarmería. Por eso mi mensaje es claro. A mí no me da lo mismo que un chico esté en un cuartel o no”.

Gonzalo Cané, “por representar al Ejecutivo en la causa”, agregó Sergio. El comentario de Bregman no es casual. Los dos años de la desaparición de Maldonado se cumplen en un contexto de exaltación de las Fuerzas Armadas en general y la Gendarmería en particular, tras la instauración del Servicio Cívico Voluntario, que pretende educar a los jóvenes en valores democráticos y republicanos, según argumentó la ministra Bullrich. Organizaciones civiles y de Derechos Humanos se han manifestado en contra de esta política, y el mismo Sergio Maldonado lo condenó en su discurso: “Para los chicos se necesita salud y educación, no un Servicio Cívico Voluntario”, sentenció.

Los organismos defensores de los derechos humanos acompañaron a la familia Maldonado.

El juez Guido Otranto y la fiscal Ávila, “por permitir que el Ministerio de Seguridad sea parte de la investigación”, argumentó Sergio. Al finalizar su discurso, Maldonado pidió conformar un grupo de expertos independientes para garantizar una investigación imparcial. La causa aún es confusa y las pruebas no son confiables. Nora Cortiñas no descarta que se eleve la causa a un tribunal internacional, en caso de ser necesario.

Germán Garavano, “por el silencio”, acusó Sergio. La primera foto viral de Santiago la publicó en Facebook Sergio, con el título “Es mi hermano X favor difundir”. Allí detallaba las condiciones en las que había sido visto por última vez el 1 de agosto del 2017 durante el operativo realizado en el Pu Lof en Resistencia Cushamen. Lo encontraron 78 días después. En el río. Sin vida.

El juez Lleral, “por no haber investigado y haber dormido la causa durante más de un año”, agregó Sergio. En noviembre de 2018 cerró la causa “con un gesto hasta grosero en cómo se dirigieron a la mamá de Santiago, diciéndole “Bueno señora, hasta acá”, recordó Nora Cortiñas a ANCCOM. “El trato que han recibido los padres, la familia, ha sido muy similar al que recibimos las Madres durante el terrorismo de Estado. El acto de hoy es un acto donde se va a ratificar la denuncia y el pedido de reapertura de la causa. Con Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora acompañamos y queremos que el Estado deje de mentir. Insistimos. Es desaparición forzada seguida de muerte aunque el gobierno lo siga negando o tapando. Esto fue así y algún día van a tener que pagar los responsables”.

El Estado, “por responsable”, concluyó y sintetizó Sergio Maldonado.