Por Melisa Acevedo
Fotografía: Julieta Ortiz

Dibujar a Evita fue un desafío pendiente que Miguel Repiso -conocido como Rep- tuvo toda su vida. Desde que la conoció siendo muy joven, leyendo un libro forrado en papel madera en épocas de dictadura militar, nació una curiosidad que fue alimentando año a año, y que hoy toma forma de libro. A cien años de su nacimiento, Miguel presentó “Evita. Nacida para molestar”, una biografía realizada desde el humor y el amor.

Miguel es un artista curioso y lúdico que, como dice Pedro Saborido en el prólogo, es un nene con un adulto dentro. En su obra deja de lado a la Evita de monumento para mostrarnos una imagen terrenal y humana, diferente a la que estamos acostumbrados.  

Rep afirma que la figura de Evita siempre vuelve, que a veces “se oculta, se opaca, se vuelve como un territorio de los viejos. Vos ves cuando baja la militancia, o se despolitiza la sociedad: la tipa pasa a ser una estampita. Y hay un momento en que emerge como un volcán y este es uno de esos momentos”. Esta biografía de la abanderada de los humildes fue pensada como una totalidad, como una unidad de sentido. Rep cuenta que todos los dibujos fueron inéditos salvo uno en que le hice un homenaje a un dibujo que había hecho en los ’90 sobre el matrimonio de Perón, lo quise poner porque en ese momento había armado quilombo y no lo quise dejar afuera”. 

“De eso se trata hacer libros, de que sean inéditos. Empiezo a considerar que los verdaderos son los que uno prepara especialmente para salir en libro. Esta debe ser mi tercera publicación de esa índole y me dan ganas de trabajar así para siempre. No recopilar los dibujos de los diarios, las revistas. Sino sentarme, encapsularme. Hacer una isla y hacer ese libro. Creo que ahí se vuelca más que nada el autor, cuando más te adentrás en un corpus y no andas recopilando cosas. Recopilando se diluye el autor, se ve por ráfagas. Pero no se ve en el corpus total”, cuenta Rep desde su estudio, que con un estilo minimalista -por no decir vacío- también habla de él en su proceso creativo: una habitación de paredes limpias, con bastidores enormes acumulados con las imágenes contra una pared, tarros de pintura y pinceles por el suelo y sobre un escritorio lleno de papeles. Un espacio en blanco pero “lleno de Evitas y de insomnios”.

Evita siempre está presente, pero no de una única manera. Tiene una potencia tal que la hace dueña de un montón de sentidos encontrados: la descamisada, la actriz, el ícono pop, la abanderada de los humildes, la mujer de un milico, por nombrar algunos. Rep transforma todos estos significados al trabajar desde un humor que desconoce los límites y con un cariño profundo por Eva.  “No es mi labor la de reproducir esa Evita distante, solemne y proselitista, monumental de mausoleo. Lo mío es bajarla, ponerla acá cerquita. No es la del busto dorado de los sindicatos. No es la que a mi me gusta. Me parece que esa no permite que circule, obtura mensaje, obtura discusión. Es incuestionable. Sin embargo, como todo ser humano que ha vivido es cuestionable también, hay que cuestionar algunas cosas de Evita para no volver a cometer errores. Y luego hay que ensalzar lo que vale la pena. Para eso hay que sacarla del ícono pop. Ese ícono le sirve a los mentirosos. Esa es la Evita más superficial, a mi me parece que esa no sirve.”

Su lenguaje es el humor, y Rep cuenta que es “necesario para hacer conocer a Eva de otra manera, para discutirla. Pero no sirve como elemento de discusión certera de data y de probanza. Para eso están los historiadores. Yo podría haber prescindido de los cineastas y de los novelistas pero no de los historiadores. Son ellos los que te dicen que el 17 de octubre estuvo en tan lugar y no estuvo en tal otro, en qué momento fue el encuentro en el Luna Park entre los dos. Es super necesario eso, pero es bueno ablandarlo desde este punto de vista, dramatúrgicamente, líricamente, humorísticamente. La novedad ahora es lo humorístico sobre Eva, porque sobre Perón se hizo mucho humor. Pero no se hizo sobre ella. Por eso me provocó aún más.”

Rep (re)construye la vida de Evita desde una mirada humana y terrenal, y dibuja escenas que salen del pensamiento común. “Estos dibujos que parecen tan escandalosos, si vos te metés a dibujar la vida de ella, la parte menos pública, entrás en los recovecos que hay entre foto y foto, entre noticia y noticia. Te vas a encontrar con que come, va al baño, coge, lee, denosta. Le pasan todas esas cosas que a mí me salen fáciles. No es algo que tenga que forzar. Me parece que hay que desacralizarla. A mí me sale así, otro volverá a ponerla en el pedestal. Mi labor acá es eso, bajarla de ahí y hacer humor con ella. El humor permite que vos puedas discutir otras cosas más cercanas, porque no ha dejado tanto pensamiento, ha dejado mucha obra ella. Entonces pensaba ¿Cómo habrá soportado el dolor?, ¿Cómo habrá soportado las derrotas? Porque tuvo derrotas estando con Perón, el 17 de octubre es el producto de una gran derrota, que es cuando lo echan a Perón de presidencia, lo mandan a Martín García y ella se queda sola acá. La putean, le pegan en el taxi, es una yegua, una bataclana de Perón… Luego vuelve, llaman a elecciones, se gana, pero el resultado de ganar se vio semanas después ¿Qué pasó en ese tiempo en que se suponía que había ganado la fórmula radical? ¿Evita qué sintió? Se me acabó toda la vida. Perón mismo le escribe, en las vísperas del 17 de octubre, le dice ‘estoy podrido, no me banco más esto, voy a pedir retiro y nos vamos a ir a vivir a Chubut’. En una carta amorosa, y yo me baso mucho en esa carta para hacer esas escenas de sexo, porque digo, se amaron, hubo un período en que tuvieron la líbido alta, tuvieron un proyecto de amor, de pareja y de sexo. Después por supuesto el ejercicio del poder te manda la líbido para otro lado, pero hubo un primer período en que estoy seguro que eran una pareja recontra sexual. Ella veía en la pareja una potencia de amor. Y en realidad el peronismo es un movimiento más generado con amor, que siempre propaga el amor más que el odio. El odio siempre fue la contra, hoy mismo sigue siendo así. La contra destila odio por más que le pongan la revolución de la alegría y el peronismo sigue de alguna manera utilizando las banderas del amor: algo pasa ahí. Hay un amor por el prójimo, por el desposeído. Eso está en el principio del Peronismo, Eva dando, dando a los niños, dando lo mejor. No la migaja”.

Rep cuenta que al momento de dibujar hubo algunas escenas que le resultaron más difíciles, como “la escena del desfloramiento de ella, que es algo imaginado pero tiene algún tipo de eco en alguna historia que leí. Ella está en Junín y unos conchetos, unos pibes bien, se llevan a dos amigas a un lugar y se propasan de ellas. Yo ahí la quité a la amiga, la puse a ella oliendo una flor, y los hijos de puta estos que vienen y la desfloran aprovechándose de la situación. Ese dibujo era en dos partes, en la segunda parte ella estaba sufrida, con su cuerpo sufrido, habiendo sido violada. Ese tipo de imágenes muy agresivas las pensé mucho y ahí fue donde más me cuidé. No me cuidé en el tema del sexo, en el tema de la muerte. Me cuidé más con el tema de no herir susceptibilidades.”

No es casual que Rep se haya embarcado en la aventura de trabajar con Evita en la actualidad, porque además de que se hayan cumplido 100 años de su nacimiento este 7 de mayo, la revolución feminista la pone nuevamente en escena. Él afirma que “las militancias nuevas juveniles siempre la traen de vuelta, sigue siendo una bandera de los jóvenes, y algunos viejos por supuesto. Pero los viejos la tienen como quieta, no la rejuvenecen. No la resignifican. Los jóvenes la resignifican. Hay feministas que la están resignificando como feminista. Hay militancia que la reivindica como antimacrista. Siempre hay una lectura de la vida de Evita. Sigue fresca en ese sentido. Por eso el libro funciona.” Reo dice que el tiempo histórico que estamos viviendo es clave en la construcción de la biografía, cuenta que “no es un libro que yo hubiera hecho igual hace cinco años. Hace cinco años hubiera sido menos comprensivo de lo que es el cuerpo de la mujer. Creo que Evita te patentiza mucho las cosas por las que hoy peleamos. Ella es poner el cuerpo.”

El espíritu rebelde de Evita es algo innegable, y que le da riqueza a su personaje.  Ese molestar a la oligarquía tan característico y motivo de su orgullo. Rep plasma esto en su obra y lo relaciona con la actualidad feminista. Dice que “ese espíritu continúa vigente, quizá no en la totalidad como era Evita, pero esas esquirlas vos las ves en otras mujeres. Previa a Evita es difícil encontrarlo. Encontrás por supuesto teóricas maravillosas como Rosa Luxemburgo, pero no una mujer moderna. Evita podría estar viva hoy, opinando de la coyuntura, de la historia y podría estar hablando también de su experiencia de rebeldía y de molestia. Pero parte de su mito es haberse muerto a los 33 años. No se qué tipo de feminismo hubiera drenado Evita al día de hoy, pero que fue feminista en su tiempo creo que no hay duda”.

“Hay una corriente feminista que dice que las mujeres tienen que hacer libros sobre mujeres, y estoy de acuerdo -afirma Miguel entre risas-. No se si me voy a animar a hacer otra mujer, lo que pasa es que yo lo vengo postergando tanto, me la debía tanto a Evita, que dije ‘yo la hago y que me digan lo que me digan’. Estoy de acuerdo con que los varones siempre hemos hecho biografías de las mujeres, y que es hora de que la mujer empiece a decir, porque es verdad que es otra vivencia, yo no termino de ser mujer. Pero de alguna manera las historiadoras que leí son mujeres, hablé mucho con mujeres. Nunca voy a alcanzar eso. Nunca voy a ser mujer. Aunque me ayudó mucho todo este debate que hay a construir el libro. Si no no lo hubiera pensado. Ahora estoy muy atento a lo que las mujeres debaten. No solo atento a las lecturas o las marchas a las que voy de canuto, sino que también a las feministas, de varias estirpes, tratando de entender esta revolución, que como toda revolución tiene bandos. Está buenísimo. Es lo único que puede cambiar algo en esta mierda de sociedad. El varón no lo va a cambiar, se necesita un cambio de paradigma para vencer el patriarcado.”

Reflexionando sobre la actualidad de Argentina con un gobierno antipopular, de crisis económica y social, desempleo y pobreza, el humorista cree que “son tiempos anti Evita totales. Si ella volviera a mirar las escenas en la calle diría ‘¿Qué pasó? Yo morí con un país que no tenía esto. No pasaba esto, los niños estaban bien en sus lugares, sus colegios. Estaban bien alimentados.’ Ahora hay una voluntad de aniquilamiento definitivo por parte de la derecha, de destruir los derechos, de flexibilización laboral, de liquidar todo lo que quiso Evita, y lo que quiso Perón. Por eso me imagino que Evita no podría creer esto. Porque esto también lo construyó el pueblo votante.  Ella también pensaría ‘¿Pero qué pasó con mi pueblo que vota esto? ¿Qué pasó con el 50% si a Perón lo votaban con el 60%?’ No entendería nada”.