Por Andrés Casari (Universidad Nacional de Moreno)
Fotografía: Ilustración: M. A. Miljiker

Desde el año 1997, cada 30 de mayo se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Donación de Órganos y Tejidos. El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) estableció esta fecha para recordar el nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante hepático en un hospital público de nuestro país. En lo que va de 2019 (hasta el 26 de mayo) se realizaron 356 procesos de donación de órganos que permitieron que 736 pacientes en lista de espera reciban un trasplante. ¿Qué significa eso? Que hasta el momento se han realizado 201 intervenciones más de ese tipo que en igual período de 2018, lo que representa un incremento superior al 50 por ciento.

De acuerdo con el informe publicado en enero de 2019, los 40 años del Incucai y de la donación y trasplante en la argentina consagraron el sistema con un nuevo marco jurídico y se alcanzaron resultados inéditos. La Ley de Donación y Trasplante 27.447 sancionada en julio de 2018  y conocida como “Ley Justina”, resultó ser una poderosa herramienta que generó un impacto positivo a favor de la donación de órganos, tejidos y células, fortaleció el sistema y simplificó los procesos. La norma recuerda a Justina Lo Cane, una nena de 12 años que murió en noviembre de 2018, mientras esperaba un trasplante de corazón.

Alberto Maceira, presidente del INCUCAI,  destaca el crecimiento alcanzado en los procesos de donación de órganos. “El aumento pasó de un promedio de 3,5 trasplantes diarios realizados en 2018 a 4,8 este año. Esto supone una vida más que se salva por día gracias a la donación”, aseguró.

De los 736 trasplantes realizados en lo que va del año, 451 fueron renales, 190 hepáticos, 41 cardíacos, 30 renopancreáticos, 14 pulmonares, cinco hepatorrenales, tres pancreático, uno intestinal y uno cardiorrenal. Se realizaron también 610 trasplantes de córneas. Los 356 procesos de donación de órganos concretados representan un aumento del 59% con respecto al mismo periodo del año 2018, en el cual se realizaron 224 procesos.

Las jurisdicciones de Formosa, Entre Ríos, Mendoza, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Tucumán fueron las de mayor tasa de donantes, ya  que alcanzaron los 12 por millón de habitantes. En 2018 se superó la marca histórica de donantes y trasplantes de órganos en nuestro país, con 701 procesos de donación realizados que permitieron que 1.681 pacientes en lista de espera accedan a un trasplante de órganos. A principios del año próximo se sabrá si esa tendencia continuó durante 2019.

Miriam de Rossi, fundadora de la Asociación Civil Florencia Rossi, una ONG que brinda alojamiento, alimentación y atención especializada, a aquellos pacientes en lista de espera, trasplantados y familiares, afirma que la sanción de la ley fue positiva. “¡Gracias a Dios que hay más trasplantes!  Celebro eso, aunque  para mí siempre es poco, hace falta más campañas y mayor concientización”. Hasta lograr construir el hogar con el que sueña, la Asociación continúa con las campañas de reflexión acerca de la importancia de la donación de órganos y a la vez brinda asistencia a los pacientes que esperan la llegada de un corazón, un riñón o pulmones, para seguir viviendo.

Si bien las cifras alcanzadas resultan alentadoras para el sistema de donación que trabaja cotidianamente para brindar respuesta a las personas que esperan un trasplante en nuestro país, la asistencia, para De Rossi, resulta cada vez más difícil debido al contexto económico y el ajuste que también afecta a su organización.   “La situación está muy complicada. No hay entradas de dinero, no podemos alojar a personas, no me entregan alimentos. Hace 18 años que tengo trato con los diferentes gobiernos que pasaron. Siempre tuve los alimentos necesarios. Pero ahora no. La última entrega fue en diciembre. Desde entonces, no tengo respuesta”, dice, y agrega: “Es la primera vez, en 18 años que me contactan por mail, jamás pasó eso. Y siguen sin entregar alimentos con lo cual, nuestro trabajo se torna cada día más difícil.

Los centros de diálisis también se ven afectados por la crisis económica y existe el riesgo de que puedan  cerrar y los pacientes tendrían que trasladarse mayores distancias o quedar sin dializarse. “En San Martín hay un centro de diálisis, muchas personas necesitan venir aquí, y desde el centro me piden que les de alojamiento, o un desayuno o un almuerzo, pero no me entregan alimentos. La semana pasada una señora me increpó preguntándome si no los estaba vendiendo, que cómo puede ser que no haya… Es triste. La donación de órganos aumentó, hay mayor conciencia, el principal problema es el económico, sin la ayuda del gobierno, no podemos hacer mucho más por los pacientes”, cuenta De Rossi, preocupada.

La Confederación de Asociaciones de Diálisis de la República Argentina (C.A.D.R.A.) denunció en abril que los centros privados distribuidos en todo el país atraviesan una delicada situación financiera que ha llevado a varios a endeudarse y realizar procedimientos de emergencia para poder continuar dando la prestación a más de 30 mil pacientes en 300 centros en todo el territorio nacional.  Al respecto, Pablo Rabotnikof, coordinador de prensa del Incucai promete: En caso de que sucediera, ningún paciente quedaría sin dializarse, se los trasladaría a otro centro, es un derecho garantizado por la Ley  26.928, de Protección Integral para Personas Trasplantadas”.

En la actualidad, 7.642 personas aún esperan un trasplante de órganos; de ellas, 5.667 personas aguardan un trasplante renal, 1.234 uno hepático, 229 uno de pulmón, 160 un trasplante renopancreático y 113 uno cardíaco. Las restantes necesitan otro tipo de órganos. Además, 2.484 personas esperan por un trasplante de córneas. A pesar del difícil escenario económico que atraviesa el país y las complicaciones para quienes esperan un trasplante y aquellos que asisten y gestionan las operaciones, de a poco crece la conciencia social sobre el tema.