Por Cristian Gómez Blanco
Fotografía: Cecilia García

 

Marcha en el Congreso por el cambio climático.

Unas 400 personas, en su mayoría jóvenes preocupados por la situación ambiental de Argentina y el mundo, realizaron una manifestación  frente del Congreso de la Nación para hacer pública la emergencia en la materia. La actividad se replicó en 80 países bajo el lema «Friday For Future» o «Viernes por el futuro».

El movimiento juvenil global que salió a las calles fue promovido por la activista sueca Greta Thunberg, quien con 16 años realiza convocatorias frente al parlamento de su país desde principios de 2018. A partir de entonces, todos los viernes Greta se niega a concurrir a su colegio como modo de protesta, se para frente a líderes políticos y pide al Estado que se tome en serio la problemática ambiental. Con su corta edad se ha convertido en una figura de lucha en cuestiones ambientales y fue propuesta para Nobel de la Paz 2019.

En la Ciudad de Buenos Aires organizaciones de jóvenes tomaron la propuesta de Greta y replicaron una acción frente al Congreso argentino. “Nos llamó la atención como en Europa se estaban movilizando y en América Latina no se estaba haciendo nada, por eso empezamos a formar lo que hoy es Jóvenes por el Clima Argentina”, comenta Nicole Becker, vocera de la organización integrada por chicos y chicas de entre 15 y 18 años.

La concentración estuvo protagonizada por la juventud local y activistas de organizaciones ambientalistas. Todos coincidieron en el apoyo a la protesta internacional y también reclamaron por políticas ambientales concretas. “En Argentina hay varias urgencias climáticas, una muy preocupante es la inacción total del Estado en materia de fitosanitarios, agroquímicos y agrotóxicos. No hay regulación, hay cada vez más evidencias de que el glifosato es nocivo para la salud, el Estado no está haciendo nada en la materia, así después suceden episodios como la muerte de Antonella González en Gualeguaychú”, comenta Inti Bonomo, licenciado en Ciencias Ambientales de la Universidad de Buenos Aires y fundador de la revista especializada La Vuelta al Mundo. En la actualidad Gualeguaychú registra gran cantidad de enfermedades producto del uso de pesticidas que afectan a la población.

«Me cuesta decir que en política ambiental se esté haciendo algo bien en estos últimos años. Vemos una política de maquillaje, una reducción de lo ambiental a algo superficial. Hay que corregir muchas cosas y repensar los modelos de desarrollo que existen”, reflexiona Enrique Viale, fundador de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.  

“Hay mucho por trabajar y aprovechar, las empresas dedicadas al reciclado hoy en día están trabajando en un 50% de su capacidad operativa, esto se debe principalmente a los bajos niveles de separación de residuos. Esto es un impedimento ambiental porque son residuos que terminan en el relleno sanitario, y un impedimento productivo porque se podría dar el doble de trabajo”, explica Verónica Ramos, Directora Ejecutiva de EcoPlas, entidad profesional dedicada a plásticos y medio ambiente.

En paralelo al surgimiento del movimiento internacional, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer su último reporte donde establece que con la constancia de la situación actual para 2030 la temperatura global aumentará 1.5°C y provocará graves alteraciones naturales. “Si para el 2030 nosotros no revertimos la situación en materia ambiental que estamos viviendo no va haber vuelta atrás, es un punto de no retorno, tenemos 11 años para hacer cambios drásticos», aporta Carolina Mónaco, Coordinadora General de EcoHouse, asociación cuyo objetivo principal es promocionar el desarrollo sostenible.

Los principales funcionarios ocupados del tema ambiente en el país optaron por no apoyar el movimiento, se resguardaron de dar testimonios y tampoco hicieron comentarios en sus redes sociales.