Por Tomás Nielsen Obieta
Fotografía: Muriel Schtivelband

Con el comienzo de 2019, el Gobierno sigue firme con la política de no convocar a negociaciones paritarias, lo que provocó manifestaciones por parte de la comunidad educativa en los meses de diciembre y enero, y generó un acatamiento de casi el 90% a un paro nacional el 6, y 8 de marzo, este último día en coincidencia con el paro nacional de mujeres.

El mes de marzo siempre pone a flor de piel diferentes realidades en una Ciudad por momento caótica. Con la vuelta de las vacaciones y ante el inminente inicio de clases, los gremios docentes CTERA, Ademys, la Conadu y SADOP convocaron al cese de actividades por 72 horas. La primera de las gremiales docentes, con Sonia Alesso a la cabeza, estuvo presente, cerca del mediodía, en la Plaza de Mayo para manifestar su repudio a la política educacional del macrismo. Además, en la semana mediante un comunicado, exigió inmediatamente “la recomposición de las negociaciones salariales sin techo, condiciones dignas para enseñar y aprender”, defendiendo así el sistema provisional y al mismo tiempo oponiéndose a la reforma laboral.

El rechazo de la comunidad docentes y las gremiales es hacia el decreto 52/18, que quitó el derecho de la negociación colectiva a todos los docentes del país. Esto incumple la ley de Financiamiento Educativo Nº 26.075 y pone en riesgo a los alumnos y al ambiente de trabajo. Lo cierto es que Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación de la Nación, en la reunión con sindicatos nacionales, anunció el aumento del salario mínimo docente a 15.000 pesos. En contraposición, una familia tipo necesita 26.443 pesos -según el INDEC- para no caer en la línea de la pobreza, con respecto a la canasta básica propuesta por el Gobierno.

Mariano Recalde, legislador de la Ciudad de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, declaró en la marcha a ANCCOM: “Lo que se ve hoy es docentes reclamando cuestiones básicas a un Gobierno que le da la espalda a la educación”. Teniendo en cuenta lo ocurrido con el proyecto de UNICABA, la legislatura porteña se ha convertido en un escenario de lucha, pero que cuenta, luego de muchos años con la mayoría del oficialismo: “La situación es extraña. Es la primera vez que el Gobierno tiene la mayoría absoluta y automática en la Legislatura. Se ha convertido en una escribanía. De todas maneras, estamos dando la pelea ahí, haciendo que se escuche la voz de los vecinos”, explicó Recalde. “La idea es recuperar la inversión, que se construyan las escuelas que se aprobaron por mail. No exigimos los kilómetros de subte, sino que el Estado se haga presente en base a lo que se pautó”, culminó Recalde, exigiendo a la vez declarar la emergencia nacional educativa.

Santiago Gándara, miembro de la CONADU Histórica también dialogó con ANCCOM y se refirió a la facultad de Ciencias Sociales, en la que se desempeña como titular de cátedra de Teorías y Prácticas de la Comunicación II: “Tenemos previsto un plan de lucha y el no inicio de clases para el 25 de marzo”.

Con el sol impactando de lleno en los cuerpos de los presentes en Avenida de Mayo y Bolívar, la marea de banderas no se detuvo en ningún momento, a pesar de ser jueves al mediodía, con una temperatura que superaba los 30 grados. Al costado de las columnas del Cabildo se dispuso un escenario donde tomaron posición los más importantes referentes del movimiento gremial docente. En primer lugar, Carlos De Feo, Secretario General de CONADU abrió el acto exclamando: “Mientras haya un maestro, una maestra, un profesor o una profesora de pie, este pueblo no va a estar de rodillas y seguiremos luchando”. Además declaró: “Este Gobierno fracasó en todo lo que se propuso, pero además fracasó en detener esto porque no nos van a doblegar, vamos a vencer”.

El calor no parecía ser enemigo de una plaza que crecía en caudal de gente con cada minuto que pasaba. Y la cofradía entre públicos y privados se hizo más presente que nunca con el discurso de la secretaria General de SADOP, María Lazzaro: “Le pedimos al Gobierno que nos convoque a paritarias de las que nos ha excluído sin ningún argumento. Hoy los docentes públicos nos han unido reclamando que hay 30.000 docentes que desde el año 2017 no reciben un solo peso de aumento”. Según un relevamiento de los privados, se estima que el acatamiento al paro tuvo un 76% de efectividad por parte de los suyos, cuando en el público se estima un acatamiento del 90% a nivel nacional, según fuentes de la CTERA.

Promediando la una de la tarde, el escenario ya era una postal de hermandad. Todos los gremios docentes aunados bajo un mismo reclamo. Las insignias eran apenas diferencias y los colores conformaban un cuadro de unión frente a aquellos que creen que podrán avanzar sobre la educación pública. Para cerrar, Sonia Alesso, secretaria General de CTERA declaró ante la multitud de alumnos y docentes mancomunados y unidos en defensa de la educación pública: “Estamos nuevamente en las calles para juntos decirle a la sociedad que no será con nuestra complicidad que realicen el ataque a la escuela y a la universidad pública.” Para finalizar sentenció: “Aunque no quieran escucharlo, nuestros pibes y pibas llegan con hambre a la escuela. Aumentó la pobreza y no podemos ser indiferentes ante ese dolor. Nos quieren callados, arrodillados y disciplinados”.