Por Alejandra Rodríguez
Fotografía: Belen Ranelli

Luego de la represión y los incidentes ocurridos en Constitución, el 15 de febrero, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) se movilizó en un nuevo «verdurazo» nacional, junto con organizaciones sociales, políticas y sindicales. También estuvieron presentes los trabajadores de Madygraf, que fueron reprimidos el miércoles pasado durante el “cuadernazo”. La protesta #27F tuvo réplicas en todo el país.

Apenas pasadas las 16, comenzaron a verse, por avenida de Mayo, las banderas de las diferentes agrupaciones con sus brillantes colores: verde, rojo, azul, con letras en blanco. Familias enteras fueron de la partida, algunos arriba de camiones que se desplazaban lentamente, mientras que otros asistentes iban caminando.

Entre las organizaciones que acompañaron el «verdurazo» y la acción de los trabajadores de Madygraf, se encontraban ATE, la CTEP, el MTE, la Agrupación Barrios de Pie, la Corriente Clasista Combativa (CCC) y el Movimiento de Curas Villeros. Con lechugas en sus manos y carteles en alto, los manifestantes se expresaban. Entre los discursos sostenidos, se leían frases tales como: “Las nutricionistas nos pronunciamos a favor del derecho humano a una alimentación sana, segura, sabrosa, soberana y a precios justos”, “Dios es nuestro guía”, “Producimos alimento para el pueblo”, “Con la comida no se juega”. De esta forma, se dirigían a la Plaza de Mayo como última parada.

Aproximadamente a las 16:40, un par de camiones bordearon la plaza y abrieron sus puertas laterales para disponer de sus cajones y ofrecer su producción a los vecinos que llenaron el lugar con sus bolsas y changuitos en largas filas. Los quintistas de la UTT también armaron diversos focos al interior de la multitud, que colmó la Plaza para entregar bolsas con un surtido de verduras. Morrones verdes, rojos y amarillos, lechugas, acelga, espinaca, zapallitos, pepinos, ajíes y tomates sumaban al colorido, ya presente en las banderas. Una de ellas, atada a los árboles, era azul con una inscripción en aerosol rojo que decía “No a la ley Bayer Monsanto de semillas”.

Apenas comenzó la entrega de verduras, Dina Sánchez, vocera del Frente Popular Darío Santillán y miembro de la Cooperativa del Polo Textil, expresó a ANCCOM: “La situación, desde el 2015 a esta parte es bastante crítica para los cooperativistas. Estamos en un contexto en el que no hay trabajo, donde cierran las empresas, crece la pobreza, crece la indigencia. Tienen la orden de reprimir a los que salimos a la calle, no solo a protestar, sino a llevarnos unos pesos a nuestras casas. En Constitución lo han hecho con los compañeros de la UTT y con los vendedores senegaleses”.

Sánchez prosiguió: “Hace una semana se empezaron a recortar programas, como el Salario Social Complementario y Salud Futuro, con el argumento de la superposición con la terminalidad educativa. Este gobierno tiene mucho cinismo, miente muchísimo. Hace poco la estuvimos luchando en la calle para que no cierren las escuelas”.

Dina Sánchez también se expresó acerca del proyecto de ley que presentaron y quedó detenido: “El 1 de junio del año pasado lo presentamos Congreso, con todas las organizaciones populares. Establecía que el 25 por ciento de las compras que hace el Gobierno se la hagan a los cooperativistas y no a las grandes empresas. Nos vienen recortando derechos, la educación, por ejemplo, todo lo que es para los pobres hoy está afectado. Las escuelas públicas se caen, las cierran para apostar a la educación privada a lo que personas como nosotros no tenemos acceso, sobre todo en los casos de las madres solteras, que tenemos que llevar adelante un hogar y que la tenemos que remar todos los días para salir adelante. Este gobierno hace oídos sordos, si estamos en esta pobreza es por las políticas que llevaron adelante”.

Mientras señoras, señores, chicas, chicos y algún oficinista que salía del trabajo o simplemente fue a curiosear en su descanso para llevarse su bolsa de verduras, Vicky Maciel del Movimiento Buen Aire le manifestó a ANCCOM la situación de los pequeños productores en Chaco: “Hace 10 días que llegamos, somos 43 organizaciones entre criollas y aborígenes, del interior de la provincia y de Resistencia, que nos unimos en luchas comunes. Ahora la situación se agravó, vinimos varios dirigentes y decidimos esta medida en Buenos Aires, ya que en la provincia no hay respuesta. Esta es la cuarta vez que venimos. En un viaje anterior, en el 2016, se firmó un acuerdo con el Gobierno Nacional en que el Gobierno se comprometía a bajarnos, para toda la provincia, 10.000 módulos alimentarios, 2.000 planes sociales y 120 viviendas. Nada de eso se cumplió. Hemos decidido volver, hacer una medida de acampe en el Obelisco y desde el primer día que hemos llegado acá, la policía nos acosa, nos persigue, nos amenaza. No nos dejan, siquiera tirar nuestras banderas, cuando vivimos en un país democrático en que la protesta no debería considerarse un crimen. En estos 10 días no tuvimos respuesta. Entendemos que estamos frente a un gobierno neoliberal netamente clasista, que no le interesa el pobre y gobierna para los ricos. Quienes se acercaron y nos dieron una mano con la comida, el agua y nos dieron mantas, fueron las Madres de Plaza de Mayo. Norita Cortiñas estuvo conversando con nosotros”.

Maciel continuó: “Domingo Peppo, gobernador de Chaco, con parte de su gabinete procesado por corrupción, es funcional al gobierno nacional, adopta las mismas políticas de ajuste y represión. Los compañeros productores venían cobrando el plan ‘Haciendo Futuro’, pero con el cambio de Gobierno se lo sacaron a quienes tenían moto. La moto es un vehículo para poder trabajar. Allá obtenemos cítricos, sandías, zapallo y algodón que abastecen el mercado interno. El pequeño productor desapareció, los grandes, siembran soja, que no la consumimos nosotros, se exporta. Es desesperante la situación. Venimos a reclamar proyectos productivos, también la construcción de viviendas, que solucionaría, no solo el problema habitacional, sino también el laboral, porque genera mano de obra”.
Luego, Zulma Molloja miembro de la UTT le explicó a ANCCOM: “Lo que más nos perjudicó fue la suba del dólar porque las semillas cuestan en dólares y los insumos también. Es difícil seguir adelante. Desde el 2015 estamos peleando por la ley de acceso a la tierra, que son créditos blandos, para poder comprar un terreno propio. Se han comprometido en la Cámara de Diputados a trabajarlo, pero no hay respuesta. Vamos a seguir, porque necesitamos ser visibilizados, necesitamos políticas públicas, que vean quien produce, quien alimenta al pueblo entero. Seguimos luchando por nuestros derechos, somos los pequeños productores los que venimos haciendo los feriazos, hoy estamos regalando más de 20.000 kilos de verdura”.

Pasadas las 18:30 sonaba a puro redoble “Sin esclavos Percusión”, que le dio el cierre musical al «Verdurazo». Con los tambores de fondo, Nahuel Levaggi referente de la UTT, reflexionó con ANCCOM acerca de las consecuencias de la represión vivida el 15 de febrero: “Cambió el escenario. El gobierno se tuvo que echar para atrás y hoy hubo una convocatoria multitudinaria. Con la UTT movilizamos 5.000 familias y otros miles de vecinos que se acercaron. Eso da tranquilidad y sobre todo un mensaje: que al hambre se la puede combatir con palos o con lechuga y nosotros elegimos la lechuga. Hoy la lechuga le ganó al palo. No me importan las disculpas del Gobierno, me importa la fortaleza del pueblo y de las organizaciones para marcar el rumbo. Para nosotros lo importante era la acción de hoy, que se entendiera que nunca más puede haber una foto como la de Teresa, agachándose para agarrar una berenjena y eso es lo que logramos hoy”.

Está programado continuar con la modalidad de protesta para seguir dándole visibilidad a los reclamos, pero todavía no hay una fecha establecida.