Por Bárbara Rosenberg
Fotografía: Sonia Donnarumma

«Seguimos esperando que la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia nos responda si la causa expirará o si se reabre», señala Sergio Maldonado.

“La investigación fue cerrada el 29 de noviembre de 2018, no sigue en curso actualmente”, expresa Sergio Maldonado, hermano de Santiago, en diálogo con ANCCOM en vísperas de lo que hubiese sido su cumpleaños número 30 -el 25 de julio- y, paradójicamente, del segundo aniversario de su forzosa desaparición en Chubut ,el 1° de agosto de 2017. “El 29 de enero apelamos para que se reabra la causa. Este mes van a cumplirse seis meses y seguimos esperando que la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia nos responda su dictamen: si la causa expirará o si se reabre y pasa a la siguiente etapa. Es ahí, cuando se deberá empezar a investigar porque, hasta ahora, no se hizo y si sucedió fue a destiempo y mal efectuada”, subraya Sergio Maldonado. 

“Nosotros realizamos un pedido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2017 cuando aún se lo estaba buscando a Santiago. Su respuesta fue la exigencia a las autoridades oficiales de investigar, lo cual no se realizó sino que, por el contrario, cerraron la causa en una primera instancia”, reclama Maldonado.

La aparición del cuerpo de Santiago Maldonado el 17 de octubre de 2017 no evitó que desde su desaparición hasta el momento tanto él, como su familia y allegados, hayan sufrido las más variadas tergiversaciones por parte de los grandes medios de comunicación: desde poner en duda su desaparición, adjudicando que había escapado de las fuerzas de Gendarmería y construyendo la imagen de un terrorista, hasta el entrometimiento en la vida de la familia y la difamación acerca de la asistencia económica que legítimamente reciben por parte del Estado.

Tras la autopsia realizada por más de 50 peritos y la junta médica y la posterior confirmación de que murió por asfixia e hipotermia luego de su sumersión en el río Chubut, la causa tomó otra dirección para la familia Maldonado: “Nosotros pedimos un grupo de expertos independientes que garantizaran la investigación misma de forma exhaustiva, efectiva e imparcial. Nunca lo pudimos conformar, la Corte Suprema de Justicia no lo avaló.” 

Lo que para el juez federal de Rawson, Gustavo Lleral fue ahogamiento e hipotermia, y caso cerrado, para la familia fue producto de una muerte violenta, lo que se menciona en el informe de la autopsia pero no se ha ahondado. ”El juez ni siquiera hizo una reconstrucción de lo que pasó aquel 1° de agosto, por lo tanto, no puede dictaminar sin haber investigado y sin realizar un juicio para ver el grado de responsabilidad de las Fuerzas de Seguridad”, enfatiza Sergio Maldonado, y agrega “luego de la aparición del cuerpo de Santiago, el 17 de octubre, en vez de preservar el lugar del hecho en ese preciso momento, asistió al río Chubut recién el 12 de diciembre para entender, finalmente, qué había pasado. Lo único que efectúo fue la medición del río.”

Según relata Sergio, «las únicas veces que (el juez Lleral) brindó explicaciones, fueron a conveniencia del gobierno. Cada vez que nosotros le pedimos ampliar puntos de las pericias o profundizar en elementos la autopsia, todos los puntos fueron rechazados constantemente. La respuesta del juez indicaba que se realizarían cuando sea oportuno. Así fue cómo terminó cerrando la causa, sin haber accedido a nuestras muchas solicitudes para determinar y avanzar, de modo de saber qué le había pasado a mi hermano.” El 17 de octubre también aparecieron los objetos que contenía Santiago en su ropa, entre ellos, su DNI y algunos billetes. Estos últimos se encontraban en buen estado, a pesar de encontrarse sumergidos por 78 días. Entonces la familia Maldonado solicitó su peritaje. Como respuesta, se peritaron más de diez documentos de identidad, colocándolos 78 días en agua, reconstruyendo las mismas características del río Chubut. De este modo, determinaron que si el documento puede no modificarse en ese período, el cuerpo tampoco, obviando que el plástico tarda años en degradarse y no así un cuerpo orgánico. La familia desestimó dicha prueba, sumándole que no se efectuó la misma examinación, como ellos exigieron, con los billetes que tenía en el bolsillo Santiago.

«Las únicas veces que el juez Lleral brindó explicaciones fueron a conveniencia del gobierno», denuncia Maldonado.

A dos años de este trágico y violento suceso, todavía la familia Maldonado espera justicia. A pesar de que su madre conmemora el cumpleaños número 30 de su hijo con el dolor de la pérdida, no hay aún culpables ni responsables condenados por el Poder Judicial. El próximo jueves 1° de agosto a las 17 horas marchará junto a su familia en Plaza de Mayo para pedir justicia y exigir que no se cierre la causa bajo la carátula establecida actualmente sino que se continúe investigando la pista que se menciona en el informe de la autopsia y que sostiene que la muerte del joven responde a una “muerte violenta”.

En tiempos de gatillo fácil, represión policial, pistolas Taser, presos sin juicio previo, doctrina Chocobar, mano dura y baja de la imputabilidad, la familia Maldonado exige la clarificación de la absurda y temprana muerte de Santiago.