Por Nahir Del Buey
Fotografía: ANCCOM

Luis Tagliapietra, padre de Alejandro uno de los submarinistas del ARA San Juan, y veedor en el operativo de búsqueda, se encontraba a bordo del Seabed Constructor cuando se halló el submarino. Cuenta que “fue fuerte”.  Lo invadió una profunda tristeza pero a su vez debía estar alerta a todo lo que pasaba. “Estuve atento a que se filme cada detalle. Después sentí paz de haber cumplido con la promesa que me hice a mí mismo y le había hecho a mi hijo de dar todo para encontrarlos, y los puede encontrar”.

Yolanda Mendiola, madre del cabo principal Leandro Fabián Cisneros, se encontraba en el hotel Tierra del Fuego, viendo un vídeo conmemorativo de los 44 tripulantes en compañía de su hija. Es ahí cuando un mensaje por el grupo de whatsapp le da la noticia: “Fue un desastre, madres por el piso, ambulancias en la puerta, la prensa. Los familiares gritando. Desesperación, porque no sabíamos si el mensaje era verdadero”.  Luego supieron que sí.

Las familias de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan habían pasado 367 días de angustia, incertidumbre.  Estuvieron 52 días en Plaza de Mayo para pedir que no abandonen la búsqueda, hicieron numerosos eventos para visibilizar que los estaban dejando solos. Finalmente, la empresa Oncean Infinity  dio con el navío a 907 metros de profundidad y a 500 kilómetros de la ciudad costera de Comodoro Rivadavia, el 17 de noviembre pasado.

FAMILIARES DEL ARA SAN JUAN desplegando banderas EN LA BASE NAVAL DE MAR DEL PLATA A DÍAS DEL HALLAZGO DEL SUBMARINO LUEGO DE UN AÑO DE BÚSQUEDA

“Mi mama le prestó un hijo a la patria y cree que el Estado lo mínimo que puede hacer por ella es devolvérselo», dijo Nadia Leiva.

¿Qué causo el hundimiento?

Fernando Morales, perito naval analiza lo ocurrido con el submarino: “El problema de esta tragedia es que el Estado no les podía decir ni a los familiares ni a la sociedad, qué es lo que había pasado. El submarino desapareció. Con el hundimiento del Belgrano, el capitán contó que lo habían atacado. Acá el capitán dijo que tuvo un problema y lo solucionó. Había entrado agua al sector de baterías, a la semana llegó un informe de una implosión que terminó siendo el submarino.  A partir de ahí empezaron diversas conjeturas”, narra Morales. “Aún es temprano para poder contestar ¿qué fue lo que pasó?, pero sabemos lo que no pasó. Un ingeniero naval dijo que el submarino estaba mal soldado y cuando se sumergió se partió. Pero hoy, que lo vemos a 900 metros, esa soldadura está intacta. No estaba secuestrado. No lo hundieron los ingleses, porque no estaba en zona de Malvinas”, despeja y conjetura que el problema fue interno, no externo. “En cualquier tragedia podés tener un factor humano, tecnológico y fortuito o combinación de los tres”, sostiene Morales.

En un contexto de la Armada “desarmada”, una de las hipótesis es que el submarino estaba mal arreglado, era viejo y obsoleto. “Puede haber responsables que no sean directamente imputados por la tragedia pero sí por dejar que el submarino salga sin estar en condiciones, si es que eso pasó. Hay que ver cómo salió y determinar si las falencias las ocasionó el accidente y si pusimos a la tripulación en una situación de riesgo”, alerta el perito.

Para las familias es la hipótesis de mayor contundencia, seguida de algo fortuito. “Se desprende de la investigación la clara desidia respecto del estado de mantenimiento del submarino y que derivó en todos los problemas que tuvieron esa noche y en el final que tuvo”, sostiene Tagliapietra. En la misma línea, Nadia Leiva, hermana del suboficial segundo Luis Marcelo Leiva, comenta: “Cuando fuimos a la Armada nos enteramos de que las condiciones en las que trabajaban eran precarias, la verdad no sabíamos que mi hermano estaba trabajando así” y agrega: “El arreglo o no del submarino aún no lo sabemos, porque está en investigación judicial. Pienso que andaba bien pero en el camino les pasó un imprevisto que no se pudo solucionar”.

En días llegarán informes de un análisis técnico que comenzó hace 11 meses y que estudió no sólo el hundimiento sino hasta el primer desperfecto documentado del submarino. De ahí se desprenderán nuevas hipótesis. Sumado a los videos y las 67.000 imágenes tomadas por Ocean Infinity que la jueza Marta Yañez tendrá que analizar y ver si por fin darán con la verdad.

Las autoridades

Mucho se le ha criticado al presidente Mauricio Macri por el poco acompañamiento que tuvo con las familias de los 44, “me da tristeza, decepción, ha tomado una actitud absolutamente pasiva. Rescato el discurso que dio dando los tres días de duelo, pero el compromiso que expresó gradualmente no lo sostuvo en actos”, sostuvo Tagliapietra.  Con respecto al Ministro de Defensa Oscar Aguad, las familias pidieron en diversas oportunidades su renuncia, “al ministro todo mi desprecio. Lo que hizo fue entorpecer lejos de ayudar y de sumar”, concluye.

Familiares de los tripulantes del ARA San Juan en la Base Naval de mar del Plata a días del hallazgo del submarino luego de un año de búsqueda.

El reflotamiento

No se sabe cuál sería el costo, el tiempo y el resultado de reflotar el submarino desde las profundidades. Es el deseo de algunos familiares que quieren terminar de velar a sus seres queridos. Lo cierto es que probablemente no haya restos para entregarles. “Los cuerpos sabemos que no están. El agua entró a la velocidad del sonido. Es un golpe imaginable, un cuerpo no resiste. Es un segundo entra, se compensan las presiones y listo. Además tenés la fauna marina”, explica el perito Fernando Morales.

En el caso de que la jueza decida reflotarlo, puede llevar dos años, siendo una tarea compleja, “cada rescate marino es único y exclusivo. Tiene que venir una empresa, hacer un estudio de factibilidad, y nadie te asegura que no se va a partir”, aclara el perito.  Un antecedente parecido de reflotamiento fue el submarino ruso, pero estaba a 100 metros de profundidad.

Luego se pone sobre el tapete lo costoso que podría resultar el operativo, con lo cual Fernando reflexiona: “¿Esos submarinistas preferirían rescatar el navío que ya no sirve, o comprar uno nuevo para que sus compañeros puedan navegar?”

La familia Leiva, apoya el reflote del ARA San Juan: “Mi mama le prestó un hijo a la patria y cree que el Estado lo mínimo que puede hacer por ella es devolvérselo. Queremos que Luis esté con nosotros en Catán, ahí era su lugar en el mundo, siempre lo decía. Cayó en el cumplimiento del deber y queremos que nos entreguen el cuerpo”, exige Nadia.

A diferencia de otros familiares, Tagliapietra no está de acuerdo con los que proponen buscar reflotar el submarino: “No está la posibilidad matemática y física de sacarlo entero, es imposible. No serviría, jurídicamente hablando para peritarlo”. Por otro lado, está la cuestión humanitaria y sentimental: “Los cuerpos lamentablemente no existen más por la presión del agua. Mi hijo era un marino amaba el mar más que nada, y yo sé que si él hubiera elegido un lugar para descansar, sería el mar. Pero es personal, respeto los sentimientos de otros padres”, concluyó Luis.

La persistencia y lucha de las familias permitió el hallazgo, ahora podrán cerrar parte de su duelo, seguirán por la verdad y la justicia y así  los 44 podrán descansar en paz.

Los familiares de los tripulantes del ARA San Juan le rinden homenaje a las víctimas con carteles y banderas en la Base Naval de mar del Plata.