Por Ailín De Innocenti
Fotografía: Leonardo Rendo

Ronda de personas en el 3° Congreso Metropolitano de Cooperadoras Escolares en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que se llevó a cabo el Sábado 21 de octubre de 2018Con la caída del presupuesto de la educación pública como eje y la fuerte preocupación que eso despierta, el 3º Congreso Metropolitano de Cooperadoras Escolares tuvo lugar en la sede de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Delegados, delegadas y representantes de distintas cooperadoras escolares de CABA se reunieron, el sábado 20, con la intención de debatir acerca del horizonte negro que ya no es que se avecine sino que oscurece el día a día en los niveles inicial, primario y secundario.

La Defensoría es el organismo estatal que mejor acogió a las cooperadoras. Junto a la mesa de entrada, un banner que abarca casi todo el ancho de la sala, promete con letras claras y blancas: “Defendemos Derechos”. En la gigantografía también se pueden leer las palabras “inclusión”, “accesibilidad”, “dignidad”, y “espacio público”, entre otras. Al fondo del salón, los 15 delegados y delegadas que conforman el Cuerpo de Cooperadoras de escuelas públicas de la Ciudad se sientan en ronda, intentan encontrarle la vuelta al primer eje propuesto: la participación.

Miembros de la Cooperadoras de escuelas en el marco del 3º Congreso Metropolitano de Cooperadoras Escolares

Delegados, delegadas y representantes de distintas cooperadoras escolares de CABA se reunieron el sábado 20 en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Salvando las particularidades, el nexo compartido es el desafío que implica para las cooperadoras lograr que las familias se involucren con ellas. Además, es frecuente la falta de apoyo de las respectivas Direcciones. La preocupación se profundiza teniendo en cuenta la escasez de recursos que reciben por parte del Gobierno: “Del año pasado a este, el presupuesto destinado a la educación pública estatal ha sido mucho más bajo. Para nosotros, cada vez es más difícil afrontar los gastos. Eso conduce a que las escuelas dependan más de las familias para el sostenimiento de las actividades escolares”, explica Ana Flores, delegada de Cooperadoras Escolares y madre de egresadas de Comuna 15.   

Al llegar el mediodía, se suman al encuentro más invitados e invitadas, representantes de cooperadoras e instituciones educativas estatales del Área Metropolitana. Sin embargo, algunos se ausentan. A pesar de haber sido invitada, los integrantes del Ministerio de Educación no asisten al Congreso.  “No vienen porque saben que se les está reclamando que están cerrando escuelas, que el FUDE (Fondo Único Descentralizado de Educación) no alcanza, y que se está sub-ejecutando el presupuesto de Educación de la Ciudad”, sostiene Camilo Fernández, miembro de la cooperadora de la Escuela Nº 3 – DE 7 “Primera Junta”, y padre de uno de sus alumnos.

Camilo Fernández, , Delegado de Cooperadora Escuela Nro3 D7 Primera Junta.

«No vienen porque saben que se les está reclamando que están cerrando escuelas, que el FUDE no alcanza, y que se está sub-ejecutando el presupuesto de Educación de la Ciudad”, dijo Camilo Fernández.

Las Cooperadoras de las escuelas estatales de la Ciudad recaudan fondos mediante los fondos propios, es decir, los aportes que realizan las familias de alumnos a través de las cuotas sociales junto con los que ellas mismas generan a través de distintas actividades, como fiestas y eventos para la comunidad; y el FUDE. Este subsidio se aprobó en el 2009 para los establecimientos de gestión estatal de todos los niveles de CABA mediante la Ley 3372. El FUDE del 2018 para escuelas primarias fue de 80 pesos por alumno anual. Para el año que viene será aún menor.

El monto para cada año se determina teniendo en cuenta distintos factores, entre los cuales se encuentran: la cantidad de alumnos y alumnas matriculados, las características edilicias, y los materiales destinados a las actividades didácticas. “El FUDE es cada vez menor a nivel inflacionario. El de este año fue igual al anterior. A misma plata, distinta realidad económica, distinto poder adquisitivo. Obviamente podemos cubrir mucho menos” explica Gustavo Alonso, presidente de la Cooperadora de la escuela Julio Cortázar desde hace siete años, ahora casi en retirada.  “Dentro del cálculo del año que viene se consideró el estado de los edificios. Como desde el Ministerio consideran que el problema fue arreglado y ya no hay emergencia edilicia, dicen que se necesita menos plata.” agrega Camilo.

Los requisitos principales para integrar una cooperadora son dos: tener un hijo o hija en una escuela pública y pagar la cuota social correspondiente. Estos colectivos se encargan de conseguir “a pulmón” los recursos que no les brinda el Estado “buscando precios, intentando cubrir las necesidades básicas con el menor precio posible. Hay muchas cooperadoras que se juntan y hacen compras comunitarias para buscar el mango y cuidarlo”, explica Gustavo.

Gustavo Alonso, Presidente de la Cooperadora de la Escuela de Educación Media N° 1 Julio Cortázar,

“El FUDE es cada vez menor a nivel inflacionario. El de este año fue igual al anterior. A misma plata, distinta realidad económica, distinto poder adquisitivo. Obviamente podemos cubrir mucho menos”, dijo Gustavo Alonso.

Las escuelas que no tienen conformada una asociación cooperadora, no están habilitadas a recibir el FUDE. “Eso hace que entren en desigualdad de oportunidades. Es una de las cosas por las que estamos trabajando, que haya un movimiento de cooperadores”, dice Ana. Las cooperadoras se presentan a sí mismas como mediadoras entre el Ministerio, los equipos directivos, y las familias. “Como comunidad podemos decir y hacer cosas que la dirección no puede por una cuestión jerárquica o porque pone en riesgo su trabajo. Nosotros sí podemos reclamar, podemos llevar acciones directas. Tenemos la fuerza de hacer visible un conflicto”.

De este modo, uno de los principales objetivos para el Cuerpo de Delegados de Cooperadoras Escolares de CABA para el 2019 es sumar participantes a esta red, para continuar debatiendo sobre las principales necesidades en los niveles inicial, primario y secundario. Como cooperadores o simplemente a través de un mayor involucramiento por parte de padres y madres, lo importante es aumentar la participación.  “Lo que nos interesa es que los padres se empoderen y realmente valoricen que es un derecho de todos el poder participar. No tenemos que pedirlo. Es nuestro, está, y está bueno ocuparlo”, dice Ana.

Ana Flores, Delegada de Cooperadoras Escolares de la Comuna 15

“Del año pasado a este, el presupuesto destinado a la educación pública estatal ha sido mucho más bajo. Para nosotros, cada vez es más difícil afrontar los gastos”, dijo Ana Flores.