Por Andrea Bravo Ramos.
Fotografía: Muriel Schtivelband

El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma sonríe

El viernes a las 17:30, el presidente boliviano Evo Morales descendió de su avión privado en el Aeroparque Jorge Newbery para dirigirse inmediatamente al Consulado General, donde fue recibido por miembros la colectividad boliviana. Dos horas más tarde, los transeúntes que paseaban por el barrio de Congreso, se preguntaban por qué la zona sonaba a fiesta. Era un conjunto de sikuris, que daba la bienvenida al Presidente, con melodías de carnavalito.

Un rato después, en Sarmiento 2037, sede de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), lo esperaba otro grupo de personas, compuesto por particulares e integrantes de diferentes comunidades bolivianas y movimientos sociales que se acercaron para asistir al acto en el que se le entregaría el Doctorado Honoris Causa o con el simple pero intenso deseo de “saludar a Evo”, como dijo María Laura, perteneciente la comunidad sariri.

En las instalaciones de la Universidad se apreciaban juntas la bandera blanca y celeste, la del Estado Plurinacional de Bolivia, la wiphala, y la bandera de la reivindicación marítima.

Cuando Morales entró al auditorio, comenzaron los aplausos y el llamado del erke, el instrumento andino típico en las celebraciones públicas, que se escucharía de cuando en cuando, mientras se realizó la distinción.

Auditorio lleno de integrantes de diferentes comunidades bolivianas y movimientos sociales que se acercaron para asistir al acto en el que se le entregaría el Doctorado Honoris Causa a Evo Morales.

El rector de la Universidad, Nicolás Trotta, dio un discurso breve de bienvenida y luego pasó la palabra a Evo Morales, quién comenzó por nombrar los logros de su gestión, ya que Bolivia ocupa el primer lugar en crecimiento económico en América Latina. “Fueron gracias a la lucha contra la colonia”, aseguró Morales y agregó: “Ahora tenemos un Estado Plurinacional, digno y soberano”.

En más de una ocasión habló de estar en contra del imperialismo: “Antes gobernaban los gringos, ahora gobernamos los indios”. También manifestó la importancia de reconocer a “los enemigos de afuera” y recordó: “Los imperios de turno nos dividían para dominarnos democráticamente o con golpes militares”.

Morales rememoró la nacionalización de los hidrocarburos y la “Guerra del Agua”, ocurrida en la ciudad de Cochabamba en el año 2000, para reflexionar sobre los servicios básicos, los cuales, enfatizó: “Deben ser un derecho humano y no un recurso privado”.

Finalizó con un llamamiento a los latinoamericanos: “Para unirnos como pueblo y seguir recuperando la Patria Grande”.

“Para unirnos como pueblo y seguir recuperando la Patria Grande”. dijo el presidente boliviano Evo Morales.

El acto terminó con el abrazo de Morales y Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

El diplomático de la Embajada boliviana, Rommel Uño Martínez, expresó para ANCCOM, que la conferencia de prensa programada para más tarde, se había cancelado por cuestiones de protocolo: “Queremos evitar ciertas preguntas, por la distancia que ya existe entre las relaciones de Bolivia y Argentina y las diferencias ideológicas, no teniendo, hasta la fecha, una reunión bilateral”.