Por Carolina Aguirre Hayes
Fotografía: Julieta Colomer

Desde el 1 de octubre la señal de Pakapaka dejó de ser transmitida en Buenos Aires y se pronostica que la medida se extenderá al resto del país. Además el canal, junto con los otros dos pertenecientes al Estado -Encuentro y Deportv,- está siendo diezmado en recursos y peligra su normal funcionamiento. El proceso de deterioro comenzó cuando fueron removidos del Ministerio de Educación y pasaron a estar bajo la órbita del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, con Hernán Lombardi como principal responsable. Con la nueva gestión y por medio de un decreto, se hizo caso omiso a la Ley de Educación sancionada en 2006 que establecía que estas señales eran responsabilidad de aquel Ministerio para fortalecer y generar herramientas para el desarrollo educativo. En suma, un panorama crítico para estas emisoras que supieron ganarse el reconocimiento de todo tipo de sectores.

Según los datos relevados por la periodista Tamara Smerling, autora del libro La otra pantalla. Educación, cultura y televisión, la producción del canal infantil disminuyó hasta en un 75 por ciento como consecuencia de la reducción de  dos tercios del presupuesto desde 2016. Este año, las partidas cayeron al mínimo histórico: 6.583.231 pesos.

Pakapaka nació como una franja de la programación de Encuentro,  para luego separarse en 2010 como una señal independiente. Para que el canal encontrase un espacio en la grilla televisiva argentina hubo que exigir su inclusión a  las empresas operadoras del servicio de cable, dado que no tenían ningún interés en sumar a la primera estación televisiva infantil pública de la historia argentina.

“Fue muy cruento incorporar a la grilla a canal Encuentro y a Pakapaka -cuenta Smerling-. Cablevisión fue la última empresa en agregar al canal infantil a la grilla básica y ahora la volvió a sacar del paquete básico y no hubo ninguna interpelación por parte de las autoridades a los cableoperadores. Además, la empresa ha puesto en el lugar de canal Encuentro a LN+,  del grupo multimedios de La Nación. Y en el caso de Pakapaka fue reemplazado por Net tv, del diario El Perfil. Dos canales privados desplazan a los del Estado, lo que habla de la impronta de estas políticas y viola el ordenamiento de la grilla que establece la ley”.

Pakapaka se constituyó como una herramienta para las escuelas, al ofrecer temas que se discutían en las aulas y en los hogares. Se trataban temas muy complejos estudiados por psicopedagogos y docentes y eran acercados a los niños a través de animaciones. Además, generó numerosos puestos de trabajo: las pymes audiovisuales  provinciales encontraron un espacio en la pantalla nacional y pudieron participar de un proyecto federal donde no eran las productoras porteñas que viajaban a las provincias las únicas que generaban contenidos. Por otra parte, la creación de áreas clave como la de Control de Calidad y la de Accesibilidad permitió a aquellos que padecen problemas de visión y audición ser incluidas como receptores al mismo tiempo que daba trabajo a muchísimas personas que se prepararon para la tarea.

También se trabajó en coproducción con universidades que aprovecharon el espacio para practicar con herramientas audiovisuales de calidad. El trabajo con productoras internacionales generó intercambios y convenios con países vecinos. Sus programas fueron reconocidos y premiados en el Festival Comkids- Prix Jeunesse Iberoamericano, en los Emmy Kids Awards, en los Premios TAL (Televisión América Latina) y en los Martín Fierro, entre otros.

Las tres señales sufrieron políticas de retiros voluntarios, despidos y ausencia de regulación. Jésica Tritten ex directora de las señales afirmó: “Cuando el Estado está administrado por el neoliberalismo produce esto. El Estado está en función de nuevos intereses, antes obligaban a los cableoperadores a tener canales públicos, ahora hay una falta de regulación y las autoridades no intervienen. Quedó todo en manos del mercado concentrado. Antes había una consideración en las pymes para democratizar la comunicación, un piso mínimo de participación. La máxima expresión de esta política es la fusión de Telecom y Cablevisión”.

Por su parte, la delegada de los canales Encuentro Deportv y Pakapaka, María Flores, sostuvo: “Lo más grave para los trabajadores es que no estamos cobrando las paritarias, además del vaciamiento, de la falta de producción y de contenidos. El acuerdo se homologó hace un mes y seguimos sin novedades”. El reclamo se refiere a las paritarias firmadas a fines del 2016 que no han sido abonadas a los trabajadores. Finalmente, la delegada aseguró: “Pasamos a ser un residual de la cultura. Si ves Encuentro llorás, hay repeticiones desde el 2008 y culpa de eso va a ser un canal que nadie va  a ver.” Verónica Rivas, en tanto, responsable de producción, agregó: “Hay una especie de silencio de radio. Sistema de Medios no dijo nada de Pakapaka, y debería luchar con Cablevisión por su reincorporación, pero pese a las cartas de las organizaciones civiles no hubo pedido de explicaciones a esa empresa.”

Paros, asambleas y  movilizaciones con la bandera de “Pakapaka para todos” y cartas de organizaciones sociales y de trabajadores, artistas y profesionales  muestran la preocupación y el repudio por el vaciamiento de un canal educativo que puso a disposición de los niños música, historia y matemáticas de manera divertida y con una estética de elevada calidad. Padres, docentes y niños reclaman el derecho de ver a Zamba, ¿Neuro qué?, De cuento en cuento, Veo veo, Calibroscopio y también producciones nuevas que sigan despertando curiosidad y debate entre los más chicos. Paka paka significa en quechua “el juego de las escondidas” y demuestra que además de incluir diversas voces busca que los niños aprendan mediante el juego. O al menos eso sucedía durante sus primeros años de existencia.