Por Alan Faya
Fotografía: Lucia Barrera Oro

A un año del fallo que hizo llenar la Plaza de Mayo de pañuelos blancos, Abuelas de Plaza de Mayo organizó el “Encuentro sobre el Proceso de Memoria, Verdad y Justicia”, el jueves último en la ExEsma. El panel reflexionó sobre el beneficio del 2×1 que la Corte Suprema dio al represor Luis Muiña, condenado por crímenes de lesa humanidad, y que fue repudiado por diversos sectores políticos, el 10 de mayo de 2017. Asimismo, los disertantes advirtieron sobre el intento de un sector por reavivar la Teoría de los Dos Demonios.  Entre los participantes, hubo una notable diversidad política. La mesa de expositores estuvo integrada por Estela de Carlotto, presidenta de la Asociación; los diputados Daniel Lipovetzky por Cambiemos, Agustín Rossi –presidente del bloque del Frente para la Victoria – y Luis Contigiani por el Frente Progresista Cívico y Social; la diputada Victoria Donda por Frente Amplio Progresista; la abogada y ex jueza Lucila Larrandart y el secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Santiago Cantón.

Auditorio de la Casa por la Identidad en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExESMA).

“Este encuentro para nosotros es muy bueno, porque a esto queremos llegar. A que todos, estemos en el lugar que estemos, entendamos que hay cosas que no son negociables, que no se deben cambiar y que nosotros, con más de 40 años de lucha, vamos a hacer todo lo posible para que esto (el 2×1) no pase”, dijo Estela de Carlotto. Sobre el comienzo, en el Auditorio de la Casa por la Identidad en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ExESMA), el nieto restituido Manuel Gonçalves dio la bienvenida y sostuvo que la iniciativa “busca reflejar lo que pasó hace un año”, además de aportar “una mirada sobre las discusiones que se deben seguir dando en una joven democracia,  para salir a dar respuestas y volver a recordar que hay cosas que no deben suceder o estar en discusión”. Habló de la necesidad de reforzar el ejercicio de las Abuelas: hacer memoria.

Manuel Gonçalves Granada, Estela de Carlotto, Agustín Rossi y Daniel Lipovetzky.

Agustín Rossi, por su parte, planteó: “Las tensiones y las tendencias para dar marcha atrás siempre van a existir y es imposible que no existan en una sociedad. Uno puede aminorarlas, aislarlas, que no se masifiquen, que no se amplíen; pero con la ayuda del Estado y con el Estado parado en un lugar es absolutamente distinto que con el Estado parado en otro”. En diálogo con ANCCOM agregó: “En estos casos la unanimidad y el consenso son importantes, fundamentalmente la movilización popular que terminó con el 2×1 es valiosísima, pero también es valiosa la respuesta del Estado”, y subrayó: “Celebramos esto y celebramos que podamos tener pisos mínimos entre todos los sectores políticos sobre los cuales uno no quiere volver atrás”. En el mismo sentido, Victoria Donda planteó: “Hay cosas que conquistamos y no estamos dispuestos a resignar, ese fue el piso de acuerdo que tuvimos desde todos los sectores de la política. Fue presentar un proyecto de ley y ponernos de acuerdo entre todos los bloques para que salga. Hay que reflexionar sobre la movilización popular en las calles y la respuesta política con representación democrática en el Congreso”.

Victoria Donda.

Donda, que nació en la ESMA, recordó: “Mi mamá estuvo acá, y hoy está desaparecida. Si ella cometió un delito, la hubiesen juzgado en ese momento. No vamos a poner eso en discusión, porque lo que estamos discutiendo es que quienes la desaparecieron hoy tienen que estar presos. Muchos están siendo juzgados en un lento proceso, porque ellos se encargaron de construir un muro de impunidad alrededor de los delitos más horrorosos que vivió nuestra Nación”. Además, concluyó: “Es la justicia que supimos construir, es la justicia que tenemos y es la que tenemos que defender. Justicia como una señal a la sociedad argentina que le decimos que lo que vale en este mundo es defender la vida, y porque defendemos la vida queremos que aquellos que la atacaron, desde el poder enorme que era manejar los hilos del Estado, tienen que estar presos en las cárceles comunes”. Sobre esta cuestión, Daniel Lipovetzky aseguró: “Claramente que no hubo dos demonios, es imposible que haya habido 30 mil detenidos desaparecidos, sin la intervención del Estado”.

Rosa Roisinblit.

La doctora Larrandart preocupada por el accionar de “un sector de la justicia” señaló: “Este fallo es doloso en el sentido que conscientemente se quiso imponer un pronunciamiento que implicaría un mejoramiento en la situación de quienes habían sido condenados por violación a los derechos humanos. El 2×1 consistía en el mejoramiento del cómputo de la pena”. Siguiendo en esta línea, Cantón, el Secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires subrayó: “En una decisión de un tribunal internacional dice que los crímenes de lesa humanidad no tienen agravantes, porque los crímenes de lesa humanidad tienen que ser los más graves”. Luego agregó: “No pueden tener beneficios y el 2×1 representaba eso”.

Panel Encuentro sobre el proceso de Memoria, Verdad y Justicia, reflexiones a un año del fallo ‘2×1’, frente al resurgimiento de la teoría de los dos demonios, realizado en la ex-ESMA.

La jornada cerró con la invitación a los expositores y público en general a firmar una declaración contra la reapertura de causas a ex militantes de organizaciones armadas, que busca entorpecer el proceso de Memoria, la Verdad y la Justicia. El consenso logrado en la jornada se plasmó en una foto final de todos los integrantes del panel al grito de: “30.000 compañeros desaparecidos. ¡Presentes! Ahora. ¡Y siempre!”.

Uki Goñi, Victoria Donda, Luis Contigiani (atrás), Lita Boitano (adelante).