Por Carolina Palacio y Andrea Raimondi
Fotografía: Daniela Morán

“Es nuestra responsabilidad presionar a las personas que tienen el poder de decidir y que no hacen nada al respecto. La ley (de interrupción voluntaria del embarazo) tiene que salir independientemente de lo que piensen los representantes”, afirmó Iñaki García Ribas, presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires.

Iñaqui Garcia Ribas (Presidente del centro de estudiantes) y Sol Rodriguez Marrapodi (Consejera de convivencia y forma parte de la comisión de género del colegio).

Iñaki, Gaia Gordin y Sol Rodríguez, integrantes del Centro, coincidieron en el diagnóstico: la emergencia del tema del aborto y la apertura social a discutirlo confluyen en que la despenalización en el mediano plazo es inevitable. “Quizás cuando se trate en estas legislativas no se apruebe, pero creo que más allá de la discusión que se está dando en el Congreso, el tema ha calado fuerte en la discusión social y eso es irreversible, porque cada nueva generación es incluso más feminista que la anterior. Eso hace que tarde o temprano el aborto sea legal en nuestro país y es nuestra responsabilidad intentar apurar a las personas que tienen el poder de decidir”, sostuvo Iñaki.

En los últimos días, múltiples organizaciones estudiantiles secundarias, terciarias y universitarias, organizadas en conjunto y sin acompañamiento de las instituciones educativas, se congregaron en asambleas con el objetivo de armar un plebiscito por la legalización del aborto seguro y gratuito. Un hecho que fortalece este reclamo en estado de emergencia es la adhesión de colegios secundarios, ya que abarca adolescentes de 12 a 18 años, sentando una postura en forma activa. El objetivo fue uno y claro: dar la discusión hacia afuera, dejar sentada la posición de los adolescentes y jóvenes sobre el tema, y darla a conocer a la sociedad y los representantes en el Congreso.

En el plesbicito el 91% se manisfestó a favor de la despenalización del aborto.

En el Nacional Buenos Aires los estudiantes pasaron con urnas por las aulas para recoger el voto de los 2000 adolescentes que allí cursan. El resultado fue rotundo: el 91% se manisfestó a favor de la despenalización del aborto. En este sentido, Gaia reflexiona: “Siendo una votación tan grande y de todo el colegio siento que se pudo visibilizar la magnitud del asunto, que la cantidad de gente que entiende que el aborto legal es un reclamo legítimo y urgente, y que los jóvenes tenemos una posición clara en el asunto, que estamos informados”.

El plebiscito fue pensado en consonancia con una política de género que hace años lleva adelante el Centro de Estudiantes: “Creemos que tener una verdadera política de género es que sea transversal a todo lo se haga, que no se aborde como un tema particular, sino que atraviese todas las discusiones. El feminismo no es algo a lo que darle prioridad solo el 8 de marzo, cuando se da la discusión por el aborto o en las marchas del Ni Una Menos; es algo que se vive todos los días en el colegio, y todo lo que hacemos se piensa desde esta perspectiva”, expresa Iñaki.

En lugar de vivir el presente como una transición en el paradigma, los adolescentes ya  se sienten parte de este momento histórico, más crítico en lo que respecta a las cuestiones de género. El interés de los estudiantes es creciente en este tipo de reclamos, algo que no sucede con la política a nivel general en los secundarios. “Personas que nunca se habían acercado a un centro de estudiantes, que no se habían movilizado, encuentran en Género (un espacio dentro del mismo Centro) un lugar para participar, para empoderarse. Eso le da una perspectiva a los movimientos políticos, no sólo estudiantiles, sino también a todo el resto”, analizó Iñaki. Gaia también se expresa con orgullo respecto a las adhesiones: “Cada vez los pibes de años menores están más concientizados y son más curiosos, dispuestos a cuestionarse lo ya establecido. Tengo mucha fe en las generaciones que vienen para que el feminismo fluya a través de ellas”.

Colegio Nacional Buenos Aires.

La ausencia de las autoridades del Colegio Nacional Buenos Aires en materia de género -denuncian los estudiantes- se deja ver en la no implementación de la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) y del protocolo ante situaciones de violencia de género. En esta línea, Sol expresó: “Cada vez hay más casos de abusos y de acosos que están saliendo a la luz, pero se quedan en el escrache porque no hay un acompañamiento por parte de la institución. Las veces que las autoridades del colegio se involucraron en los casos manejaron mal la situación y la hicieron pública, sin respetar los tiempos de la víctima”. Sol denuncia la falta de asesoramiento y contención. En el mismo sentido, Iñaki reclamó: “Hay un protocolo ante situaciones de violencia de género que la institución no aplica. Lo que queremos aprender es cómo acompañar a la víctima. Tenemos esa responsabilidad, tenemos victimarios dentro de la institución: ¿qué hacemos con esas personas? Ahí es que falta la presencia de las autoridades”.

En cuanto a la no implementación de la ESI, Gaia sostuvo: “Tenemos educación sexual junto a Biología, en segundo año, pero no va más allá de lo biológico y no aborda perspectivas de género. El colegio debería garantizar que se traten temas de educación sexual de manera transversal a todas las materias, como bien explica la ESI”, e Iñaki agregó: “Las relaciones sexuales son tabú, sobre todo para los adolescentes. La mayoría de los docentes tienen alrededor de 50 años y les parece incorrecto hablar con nosotros sobre estos temas. Nosotros necesitamos hablar de sexualidad y sentirnos cómodos”. En la misma línea Sol reflexionó: “Como adolescentes deberíamos ser los primeros en poder recibir información en estos temas y no se nos permite porque atrás hay toda una sociedad retrógrada y machista que no quiere que hablemos de esto para que siga siendo todo como ellos quieren”.