Por Aníbal Céspedes
Fotografía: Lucia Barrera Oro

La Justicia porteña volvió a fallar en contra del club presidido por Daniel Angelici y con una medida cautelar frenó las obras que Boca Juniors llevaba adelante en los terrenos de Casa Amarilla. La jueza Paola Cabezas Cescato, al frente del Juzgado N° 11 en lo Contencioso Administrativo, basó su decisión en la presunta ilegalidad en la compra de esas tierras públicas, sin pasar por la Legislatura y mediante una licitación hecha a medida del club. Durante enero, la institución había enrejado el lugar y logrado que la Policía de la Ciudad desalojara a una cooperativa establecida en el predio.

En junio pasado, el juez Guillermo Scheibler había dictado una medida cautelar que ordenaba a Boca no realizar ningún tipo de acción en los terrenos. Tres días antes de la feria judicial, el magistrado fue apartado del caso, por lo que Boca interpretó que el traspaso de juzgado y la declaración de nulidad de lo actuado por el juez anterior implicaba la caída del amparo que frenaba las obras. De esa manera, Boca puso rejas y seguridad privada en Casa Amarilla. Sin embargo, la decisión de la nueva jueza  de la causa detuvo el accionar del club.

Caravana artística en La Boca.

“Con el fallo, el predio vuelve a ser público tal como lo marca la Ley N° 2240, que establece la emergencia ambiental y urbanística en La Boca. Destina el espacio a un parque público”, afirmó Natalia Quinto, integrante de La Boca Resiste y Propone, una multisectorial compuesta por organizaciones e instituciones del barrio. Ellos, en conjunto con el Observatorio del Derecho a la Ciudad, fueron los que presentaron un amparo colectivo en contra de la venta de los terrenos a Boca.

Las tres hectáreas en cuestión son las manzanas comprendidas entre las calles Blanes, Espinoza, Palos y Almirante Brown. La compra es señalada como ilegal porque el Gobierno de la Ciudad, a través de la Corporación Buenos Aires Sur, le vendió los terrenos públicos a Boca por más de 180 millones de pesos sin pasar por la Legislatura, como estipula la ley. Además, Jonathan Baldivieso, del Observatorio del Derecho a la Ciudad, destacó: “La licitación fue hecha a la medida del club ya que, entre las condiciones requeridas, se exigía que el oferente tuviera un patrimonio de 100 millones de pesos y acreditara al menos 10 años de trabajo en el barrio”.

Este fallo es un duro revés para Boca y también para el presidente del club. Baldivieso dijo: “Angelici presionó a la Justicia, con la excusa de un error en la asignación de juzgado hizo correr al juez Scheibler porque había puesto una medida cautelar que no lo dejaba avanzar en su meta”. Cabe destacar que hasta la propia Elisa Carrió, diputada oficialista, ha señalado en reiteradas oportunidades a Angelici como el principal operador judicial del macrismo.

Durante enero, la institución había enrejado el lugar y logrado que la Policía de la Ciudad desalojara a una cooperativa establecida en el predio.

Casa Amarilla es un lugar codiciado por Boca desde hace más de 10 años, el anhelo de los dirigentes más importantes del club es construir un nuevo estadio shopping en los terrenos. Incluso, en su plataforma de campaña en 2011, Angelici anunciaba un nuevo estadio cinco estrellas en el lugar. Luciano Caldarelli, de la agrupación Boca es Pueblo, afirmó: “En 2014, el vicepresidente y diputado del PRO, Oscar Moscariello, presentó un proyecto para rezonificar Casa Amarilla y que se pueda hacer una cancha, pero fracasó. La Bombonera es nuestra identidad, la idea es rechazada por las mayorías”.

El predio enrejado aún puede ser usado por los vecinos, pero la percepción es que desde que el macrismo llegó al poder en el club, Boca se fue cerrando y dejando a la comunidad de lado. Caldarelli expresó: “Boca no puede crecer a costa del barrio que lo vio nacer, tiene que crecer de la mano del barrio”. Por su parte, Quinto dijo que los espacios verdes son mínimos en La Boca y planteó: “La complejidad habitacional del mismo barrio hace necesario un espacio verde para los vecinos”.

Durante esta resistencia de la venta de Casa Amarilla a Boca hubo un episodio de violencia grave durante una sesión del Consejo Consultivo de la Comuna 4 en 2016 y Baldivieso señaló que también hubo amenazas, pero tanto él como Quinto coinciden en que se busca la inacción, que no hagan nada. “No nos vamos a dejar amedrentar y que se lleven por delante nuestros derechos”, aseguró Quinto.

El reclamo de las familias: «Queremos el campito para jugar».

El Colectivo artístico vecinal volvió a colmar las calles.