Por Laila Pecheny
Fotografía: Sonia Donnarumma

Científicos, investigadores y docentes se movilizaron al Ministerio de Ciencia y Tecnología para rechazar la política de ajuste en el CONICET y la brusca reducción en el ingreso de nuevos profesionales. La protesta se realizó frente al edificio del Polo Científico, una de las construcciones más modernas y sofisticadas de Buenos Aires ubicada en Godoy Cruz al 2320 en el corazón de Palermo, y considerada nacional e internacionalmente como “un centro relevante para el desarrollo académico y científico”. Frente a ese edificio cerrado y fuertemente custodiado, los investigadores gritaron: “¡Investigar es trabajar!”.

“Becarios empoderados” se leía este miércoles en las pecheras. Los carteles decían “¡basta de recortes en la ciencias!” y un solo canto resonaba: “Barañao Barañao, no te lo decimos más, si no nos recibe nadie, que quilombo se va a armar”. Las órdenes eran claras: no dejar salir ni entrar a nadie. El edificio estaba cerrado pero no vacío: allí se encontraban los directivos del organismo y aquellos científicos que no habían salido antes de que se clausuraran las puertas. Separados por una pared de vidrio, los científicos esperaban respuesta a la solicitud que habían deslizado bajo la puerta. Eran las 15:00 y habían pasado dos horas desde la publicación de los resultados de los ingresos a carrera. Ya se temía por el futuro laboral de más de mil trabajadores.

“Nos movilizamos ante la demora y luego publicación de los resultados de los ingresos a la carrera de investigación que estaría dejando afuera a más de mil compañeros que venían teniendo becas y trabajando en condiciones precarias desde hace cinco o siete años y están quedando marginados de los grupos de trabajo y de los institutos”, informó Gabriel Bober, secretario general de la Junta Interna de ATE-CONICET de Capital Federal a ANCCOM. Y agregó: “Esto desarma líneas de investigación y deja compañeros en la calle así que venimos a pedir explicaciones”.

En la misma línea argumental, Pablo Alcain, delegado general de Feduba en Exactas, explicitó a esta agencia que “el recorte presupuestario en Ciencia se demuestra claramente al comparar la cantidad de ingresantes de este año con las que deberían haber ingresado si se cumpliera el Plan Argentina Innovadora 2020”. Y subrayó: “Con ese esquema deberían haber ingresado el 70% de los postulantes, sin embargo entró menos del 30%, terminando de configurar un ajuste bastante importante”.

La protesta resonaba fuerte, pero la respuesta oficial se hacía esperar. “Después de estar más de 40 minutos acá dejamos una nota y no nos quisieron recibir ni por el costado de la puerta”, informaron los representantes sindicales a través del megáfono.

“¡Sigamos haciendo ruido así nos abre las puertas la patronal!”. El cancionero se hizo más extenso, la jornada más calurosa y los bombos y platillos más feroces y por unanimidad la asamblea resolvió “a favor de seguir esperando la reunión” y “a favor de movilizar la semana que viene nuevamente”.

A las 16:30 la esperada respuesta fue deslizada por una rendija de las paredes de vidrio. Se trataba de los resultados de las becas que ya estaban disponibles. Los directivos estaban dispuestos a recibir a una delegación de seis personas.

“Nos atendió Alan Temiño”, anunció Bober luego de la reunión con el gerente de Asuntos Legales del organismo. Y denunció: “No nos dio ninguna precisión acerca del futuro de nuestros compañeros, de poder insertarlos, ya sea en universidades o en otros organismos como sucedió el año pasado”.

Alcain agregó: “Nosotros reclamamos que nos reciban el ministro de Ciencia y Técnica, Lino Barañao y Alejandro Ceccatto, director del CONICET, que son las autoridades políticas y los que tienen capacidad de decisión, y que podrían explicarnos cuál es el plan de la Ciencia que tienen”.

Mercedes Carrillo delegada de Jovenes Científicos Precarizados de Buenos Aires y becaria del CONICET denunció: “Notamos muchas irregularidades, incluso en las convocatorias. Sabemos de casos de personas que por el límite de edad no pudieron entrar a la carrera y ahora se encuentran en estado de pendientes sin saber qué va a pasar con ellos, si van a entrar o no, ni en qué condiciones”. Carrillo comentó también sobre el preocupante número de casos de científicos doblemente recomendados los cuales no figuran en los resultados publicados. “Es gente que recibió todo el puntaje necesario para ingresar a carrera y sin embargo no aparece en los listados por lo que se estarían quedando afuera”, completó.

A su vez, Alcain confirmó que la situación no es solo preocupante para aquellos que recién ingresan al campo de la investigación científica, sino también para aquellos trabajadores del CONICET que ya se encuentran dentro del organismo. “Hay un destrato completo a todos los trabajadores del CONICET, porque tardaron un montón en publicar los resultados de los ingresos a la carrera y de las becas. Antes, estos datos se conocían en agosto o en octubre para poder tener un margen para planear la vida profesional, hoy hay 1.600 personas que pasaron Navidad sin saber si el año que viene iban a tener trabajo para mantener a toda su familia”, precisó.

“La idea es continuar movilizados hasta que nos reciban las autoridades del CONICET para poder discutir todos estos temas que nos están preocupando”, dijo Carrillo. “Es necesario fundamentalmente seguir trabajando en la visibilización de la situación de los trabajadores del organismo porque estamos bastante invisibilizados en este conflicto”, concluyó Bober.

Actualizado 28/12/2017