Por Catherine Silva
Fotografía: Alexia Araoz

Desde las 16:30 del sábado, una fogata entre las calles México y Tacuarí reunió a los tambores chicos, pianos y repiques al son del fuego para templarse. Y alrededor, 45 bailarinas y candomberos con la cara pintada de negro y amarillo formando la bandera de La King Kona. “El candombe es lo mejor que hay en Uruguay, estamos encantados de venir desde Carmelo, un pueblo chico”, dijo Pirucho, uno de los que toca el chico en La King Kona mientras esperaba a las 19:20, la hora señalada para  empezar su candombeada.

“El Candombe es tradición del Uruguay. Las llamadas se remontan a cuando los negros eran esclavos. En su día libre llamaban, tocando con un tambor, a los otros compañeros” dijo a ANCCOM Silvia,  nativa de Salto, Uruguay y desde hace 30 años residente de Buenos Aires

“Esta fiesta nace de los esclavos, cuando se escapaban de sus amos fueron creando un pueblo en medio del monte y de la selva, que era prácticamente inaccesible para los patrones y le pusieron como nombre Quilombo. Y estamos aquí en conmemoración de ellos, que fueron los creadores”, contó Leonel, el gramillero de La Itu-Xangó. El sábado 4 de noviembre, en el barrio Monserrat, se realizó la 9ª llamada de candombe independiente organizada por Lindo Quilombo, un colectivo cultural conformado por candomberas y candomberos de Buenos Aires, La Plata, Bahía Blanca, Carmelo, Salto y el Gran Buenos Aires. Por lo menos mil quinientas personas entre comparsas y espectadores asistieron a la fiesta.

Grupo de tambores

“El candombe es lo mejor que hay en Uruguay, estamos encantados de venir desde Carmelo, un pueblo chico”, dijo Pirucho, uno de los músicos de La King Kona.

Las comparsas de Candombe tienen varios tipos de personajes importantes: el gramillero, contó Leonel, representa “al médico brujo que iba recorriendo las tribus con un maletín lleno de yerbas medicinales, vestido con la ropa que iba descartando su amo” y la mama vieja era la lavandera, explicó Silvia. También danza el escobero -identificado, obviamente, con una escoba-, el cuerpo de baile con trajes de varios colores, el portabanderas, los tamborileros y tamborileras que tocan el chico, el piano y el grande, todos tambores que se diferencian por su tamaño. Además, la estrella, la luna y el estandarte se mezclan entre todos ellos. Las vedettes son personajes que se incorporaron a las agrupaciones hace poco tiempo.

Dentro de este festejo existen personajes irreemplazables: los niños y las niñas que desde que empiezan a caminar ya saben tocar y bailar, y lo disfrutan como si fuera una magia que les hace mover las manos y los pies a un ritmo que contagia.

No hay vallas, ni policía, sólo cuerpo médico, familias, vecinos, amigos, turistas, calles con pocos autos que por equivocación entraron por México y muchas cámaras.

Estos grupos no tienen límite de personas, pueden ser tanto de 15 como de 50”, contó Cristian Domínguez, tamborilero de Guariló (Lomas de Zamora) que en esta oportunidad vino de espectador pero que en diciembre próximo participará de la Llamada Oficial que convocan las Comparsas de Candombe Organizadas (CCC). Una de las bailarinas de La Itu-Xangó explica que los grupos se autofinancian con rifas. “Con esa plata alquilamos los baños químicos, pagamos el transporte, y compramos la fruta”, señala un arrumbe de canastos de madera en la vereda llenos de comida.

Participantes del candombe con una banderas disntintivas

«Esta fiesta es nuestra raíz» aseguró Ale, director de La King Kona.

“Somos tres directores, Manteca (Salvador Biko), mi señora (Elisa Rodríguez) que está en el cuerpo de baile y yo, ahora vinimos 45 pero en realidad somos 90. Algunos no pudieron venir por trabajo. Esta fiesta es nuestra raíz. El candombe para nosotros es la vida, es nuestra cultura, nos acostamos con el candombe y amanecemos con el candombe”, aseguró Ale, director de La King Kona. Respaldándolo, Leonel, el gramillero, agregó que trabaja como encargado de un edificio en Ituzaingó pero esta fiesta es su descarga a tierra.

Según el cronograma de las 35 comparsas de Uruguay, Bahía Blanca, La Plata, Gran Buenos Aires y Ciudad de Buenos Aires, cada una iba a salir 10 minutos después de la otra pero eran las 8 de la noche y La Cumparsa de Munro que arrancó a las 18 horas recién llegaba a México y Balcarce. La noche se alargó y el orden de salida se rompió. El retraso fue de una hora. 

La primera comparsa que inauguró la llamada fue El Rejunte, un grupo abierto de tamborileros y bailarinas que se juntan con todo aquel que quiera unirse. Y luego en orden: Raíces del Sur; Candombe Calzada; Color de León; Barakandombé; Idilé; La cuerda; La Cumparsa; La Itu-Xangó; Aguanilé; Kimba; Bantú; Iya-Kereré; La Batea; Lonjas 932; La King Kona; La Minga; Zumbaé; La Caracol; Yumba; Candombe del Parque; La Candela; Oieloó; Lonjas del Sol; Mburucuyá; Walofinná; La Candomgluck; Vamo Arriba; Fantasía Lubola; Duela 16; Cochabamba 3535; Kumbabantú; C. del Cementerio; Tambores del Túnel; y África Ruge.

Esta cultura más que musical es historia de la reivindicación derechos humanos.  “Santiago presente, Santiago presente. Por el compañero ahora”… “y siempre”, contesta el público al Negro, Marcos Remolgado, de La Cumparsa.  “El candombe -subrayó- es un punto de resistencia, es parte de la identidad popular de este país. Es resistir los atropellos del Estado.”

Bailarina de candombe

“El candombe es un punto de resistencia, es parte de la identidad popular de este país. Es resistir los atropellos del Estado” dice Marcos Remolgado de La Cumparsa.

Lindo Quilombo

Lindo Quilombo tiene como objetivo generar espacios de participación, intercambio y difusión del ritmo del candombe a través de las llamadas, encuentros y talleres como Quilombeando en el Merendero: un espacio para niños y niñas a los que les transmiten el candombe y su origen. Está ubicado en el merendero popular Darío Santillán de Asambleas del Pueblo.

Actualizado 07/11/2017