Por Federico Esteban
Fotografía: Andrés Wittib

“Hecha la ley, hecha la trampa”, dice el refrán para referirse a la violación de normas o, al menos, al intento para evitarlas. La frase se aplica al conflicto que están viviendo los vecinos del barrio de La Boca que, desde hace más de diez años, se encuentran en conflicto con el Gobierno de la Ciudad y con el club Boca Juniors, a partir de la venta irregular de terrenos que estaban destinados a la construcción de viviendas. Desde entonces, movimientos como La Boca Propone y Resiste y Boca es Pueblo se comprometieron con el reclamo. El 4 de mayo último, se revocó la sentencia del juez Pablo Mantaras que negaba a las agrupaciones la posibilidad de constituirse como querellantes en la causa y esta novedad  abre a los vecinos la a la esperanza de recuperar los terrenos de Casa Amarilla para el barrio. El club intenta construir allí un “estadio shopping”, que desde el año pasado está frenado gracias al amparo presentado por las agrupaciones vecinales.

Todo comenzó el 11 de abril de 2005 cuando la Asociación Civil Casa Amarilla lanzó la inscripción al programa habitacional para la construcción de 1231 viviendas y su posterior ocupación. El Gobierno de la Ciudad, sin embargo, no quiso hacerse cargo de construir esa cantidad de casas y llegó a un acuerdo con la Asociación: solo se edificarían 438 con la condición de que la entidad se quedaría con el derecho a designar quiénes serían los beneficiarios. En 2010, los restantes terrenos, no ocupados por las viviendas, fueron traspasados del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), propietario de las tierras, al Gobierno de la Ciudad, y de este a la Corporación Buenos Aires Sur, una organización destinada a desarrollar la zona sur de la Ciudad, a través del decreto 723/2010. Aquí la trampa, la violación a la ley. La Corporación vendió los predios al club Boca Juniors evitando toda legislación y audiencia pública, tal como está estipulado en la Constitución porteña. Jonathan Baldiviezo, integrante del Observatorio del Derecho a la Ciudad, comentó a ANCCOM: “Estos terrenos fueron vendidos sin la aprobación de la Legislatura que es la que tiene facultades constitucionales para aprobar la disposición de bienes e inmuebles y su venta en la Ciudad de Buenos Aires. Además, estos predios formaban parte de la Ley 2240 que declara la emergencia ambiental y urbanística del barrio de La Boca”. Es decir, las tierras en disputa “tenían una finalidad establecida por ley que no fue respetada ya que se va a vender para hacer un estadio shopping y no, un parque público”, dijo Baldiviezo.

cartel que dice Programa Casa Amarilla

El 4 de mayo último, se revocó la sentencia del juez Pablo Mantaras que negaba a las agrupaciones la posibilidad de constituirse como querellantes en la causa y esta novedad abre a los vecinos la a la esperanza de recuperar los terrenos de Casa Amarilla para el barrio.

Por esa razón, varias organizaciones barriales pusieron el acento en la ilegalidad del traspaso. Ahora, La Boca Propone y Resiste y Boca es Pueblo podrán constituirse como querellantes en la causa quedó en manos de la jueza Paola Cabezas Cescato, quien deberá determinar la legalidad o no del proceso. Natalia Quinto, una de las precursoras de la acción de amparo dijo en diálogo con ANCCOM: “A partir del fallo de la Cámara, queda todo en suspenso ya que se tiene que revisar el proceso de venta de los terrenos. La expectativa que tenemos es la mejor. Desde que hicimos la presentación, estamos en la certeza de que la venta fue irregular. Vamos a aportar todas las pruebas que hagan falta para demostrar que lo que decimos es así”. Quinto es integrante de La Boca Propone y Resiste, una multisectorial compuesta por organizaciones e instituciones que tiene como principal preocupación a los chicos del barrio. El movimiento parte de la vivienda como base de todos los derechos de los más pequeños y así lo hizo saber Quinto: “Si un pibe vive en una habitación de cuatro por cuatro con cinco integrantes más de la familia, es muy difícil que tenga un espacio físico para el juego, para hacer la tarea, para la privacidad”.

Otro de los movimientos comprometidos con la causa es Boca es Pueblo, compuesto por hinchas de Boca, quienes desarrollan la militancia barrial junto con organizaciones sociales y vecinos de la ciudad. “Venimos realizando talleres para contribuir al desarrollo de los chicos y chicas del barrio. Intentamos brindarles la mayor contención posible y un lugar más donde puedan jugar”, indicó Gustavo Manteiga, uno de los integrantes de la agrupación. Respecto a las tierras en conflicto, Manteiga expresó: “En 2010, en los pasillos de la Legislatura, ya se mencionaba que esos terrenos podrían pasar a Boca Juniors. En la plataforma electoral de (Daniel) Angelici, de cara a las elecciones del club, a fines de 2011, ya se hablaba de la construcción de un estadio-shopping en los terrenos de Casa Amarilla y que la Ciudad estaba dispuesta a vendérselos a Boca”.

Mientras el Gobierno de la Ciudad todavía no se pronunció sobre el conflicto, las tierras continúan en manos privadas, a la espera de una resolución judicial. “Boca obtuvo las tierras mediante una licitación, que fue armada para que el único oferente sea el club. En el 2010 se declararon esas tierras de utilidad pública y seis años después las únicas tierras públicas del barrio se terminan vendiendo a un privado, sin tener en cuenta la participación y opinión de los vecinos del barrio”, aclaró Manteiga. En consonancia con esto, Quinto sostuvo: “Esto se llevó adelante en una situación de arbitrariedad absoluta. Algunos pueden querer viviendas, otros pueden querer espacios verdes, o que se hagan escuelas, pero lo que todos acordamos es que no queremos que esas tierras sean vendidas a un privado”, concluyó la referente de La Boca Resiste y Propone.  

 

Actualizada 24/05/2017