Por Camila Quesada
Fotografía: Sonia Donnarumma

La comunidad educativa de la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia realizó el martes último clases públicas y convocó a los vecinos del barrio a participar de actividades con el propósito de difundir las problemáticas que atraviesa la institución. Hace ya siete días que las autoridades de la escuela de nivel secundario y terciario se ven obligadas a suspender el dictado de clases por falta de energía eléctrica. Y a pesar de la urgencia, por la que alrededor de 500 jóvenes perdieron hasta el momento una semana de clases, la empresa EDESUR informó que no está en condiciones de reparar el desperfecto técnico en el corto plazo, debido a un problema sindical.

Ante la falta de respuestas concretas a su reclamo formal, diferentes sectores de la comunidad escolar decidieron manifestarse en la vía pública a través de clases abiertas para visibilizar el problema y obtener una solución que les permita volver a clases con normalidad. La movilización, que comenzó cerca de la una al mediodía, continúo durante toda la jornada.

Malena Briones, alumna e integrante del Centro de Estudiantes, describe las circunstancias con las que lidian docentes y estudiantes: “Entre alumnos de bachiller, de iniciación y de profesorado, la escuela tiene un total de 500 estudiantes, que se están quedando sin clases. Hoy es el séptimo día que no tenemos por falta de luz. Se supone que tendríamos que haber, porque a principio de año hicieron un cambio en la estructura eléctrica en la que invirtieron tres millones de pesos. Sin embargo, entre todos los arreglos dejaron parte de la escuela afuera porque no estaba en los planos, y gastaron toda esa plata en la mitad de la escuela. Un día se nos corta la luz por la rotura de un cable de EDESUR, y la empresa dice que no sabe cuándo lo van a poder arreglar.” Frente a la ausencia de una solución inmediata y en vista de la cantidad de horas de clase perdidas, Briones manifestó la determinación de los alumnos de participar de clases públicas en la vereda de la institución como una manera de continuar con su aprendizaje, pero también para hacer visible las exigencias de la comunidad educativa. “Realizamos estas actividades abiertas, en principio para no perder la regularidad de la cursada. La idea es que podamos venir y hacer algo, ya sea adelantar los trabajos de escultura, de pintura o de dibujo que tengamos pendientes, pero sobre todo para que no perdamos la regularidad. También para mostrar que, a falta de respuesta del Estado ante la problemática que nos lleva a perder clases, somos nosotros quienes decidimos tenerlas de todas formas”.

Malena Briones del Centro de Estudiantes junto a sus compañeros.

Briones manifestó la determinación de los alumnos de participar de clases públicas como una manera de continuar con su aprendizaje, pero también para hacer visible las exigencias de la comunidad educativa.

En el mismo sentido se manifestó Julián Bouvier, estudiante el Profesorado de Docencia Artística: “Desde el Gobierno y los medios de comunicación hegemónicos se insiste con el tema de que los pibes no tienen clases por el paro docente, y nosotros, que perdimos una semana de clases por un desperfecto técnico, estamos en la puerta de la escuela demostrando que queremos estudiar y que nos interesa la educación pública”. El joven responsabilizó a los gobernantes por la situación: “Queremos cuidar a la educación, pero los gobiernos no hacen nada. Nadie se hace cargo de nuestro problema. Primero le echaron la culpa a EDESUR, después al Ministerio de Educación. EDESUR está desde hace varios días con un reclamo gremial interno, con lo cual no están pudiendo atender las necesidades de la escuela. El Ministerio de Educación no se hace cargo y la Dirección del Área Artística, de la cual depende la Escuela de Bellas Artes, también desoye nuestras protestas.”

Lorenzo Dibiase, otro alumno del nivel terciario, añadió: “Recién hoy, el séptimo día desde el corte de luz, nos trajeron un generador eléctrico. En estos siete días no paramos de mandar cartas y de comunicarnos por redes sociales con EDESUR”. La incertidumbre sobre el futuro es grande, plantean los estudiantes: “No sabemos si va a haber alguna respuesta a las clases abiertas, pero en caso de que para mañana sigamos sin luz, nos vamos a concentrar en la puerta de la Dirección del Área Artística. Y mientras no tengamos respuestas, vamos a seguir con las clases públicas”, adelantó Briones.

Los problemas edilicios son un constante reclamo de la comunidad educativa al Ministerio de Educación.

El derecho y deseo de estudiar

Desde el mediodía hasta altas horas de la noche, decenas de estudiantes se concentraron frente a la entrada del establecimiento en defensa de su derecho a la educación. Acompañados cada tanto por padres, madres y docentes, los jóvenes participaron de cursos y talleres al aire libre, pasando las horas a base de mates, alfajores, proyectos artísticos y alguna que otra guitarra. “Se están haciendo talleres de encuadernación y de esténcil, de dibujo y de pintura. A la noche, una profesora adelantó contenidos de la materia de escultura. Más tarde, docentes del profesorado hablaron sobre la situación actual del país. También vamos a tener una reunión de la Comisión de Género, que se está haciendo dos veces por semana”, explicó la integrante del Centro de Estudiantes, Malena Briones. En este sentido, Lorenzo Dibiase explicó: “A través de estas clases públicas estamos llevando a la calle lo que hacemos dentro del aula: producir material simbólico. Esta es una escuela de arte. Hay compañeros dando talleres. También estudiamos y tocamos la guitarra, que es lo que siempre solemos hacer, porque compartir estas cosas forma parte de la institución. Se trata de llevar hacia afuera la misma lucha que planteamos desde adentro de la escuela.”

Además del problema más inmediato que supone la falta de energía eléctrica, Briones declaró que el establecimiento se encuentra en malas condiciones de infraestructura. “Es un colegio muy viejo, que en principio era una fábrica y después lo fueron adaptando. Cada vez que llueve se inunda, hay goteras y las paredes están destruidas. Además, está la cuestión del predio que nos vienen prometiendo desde hace quince años y nunca terminan de construirlo. Cada vez que se para la construcción, tenemos que hacer alguna medida de fuerza como cortar la calle o tomar la escuela, y recién ahí continúan”, se queja la estudiante. La dificultad, según dice, radica en los cambios de empresas, y la burocracia que eso conlleva: “Cambian la firma, desaparece el presupuesto y se vuelve a parar la obra, es un ciclo que se viene repitiendo hace diez años. Si no hacemos este tipo de medidas de fuerza, no nos dan respuesta. Ya llevamos los informes, hicimos los reclamos como dice la ley, reclamamos a EDESUR y a la Dirección del Área Artística, pero seguimos sin tener solución.”

Padres y docentes en la puerta de la escuela, reclamando por la falta de luz.

Padres y docentes de la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia: «Se trata de llevar hacia afuera la misma lucha que planteamos desde adentro de la escuela”.

A raíz de las dificultades edilicias que sufre la institución, Julián Bouvier afirmó que el problema que actualmente atraviesa la comunidad escolar de la “Rogelio Yrurtia” no se remedia simplemente con la instalación momentánea de un generador eléctrico, sino que la solución definitiva es la construcción de un nuevo edificio. “Lo único que hacemos es tapar baches en vez de solucionar el problema. Hace dos años tuvimos una intoxicación dentro del aula por una pérdida de gas. Dieciocho pibes y un profesor tuvieron que hospitalizarse. Después de eso se cortó el gas y estuvimos un mes con la escuela tomada, esperando que nos devuelvan el gas. Ahora se rompió un cable y estamos hace siete días sin luz. Para el gobierno y el Ministerio de Educación, la respuesta es mandarnos un generador; para nosotros, la respuesta es tener un edificio nuevo.”

El próximo jueves, estudiantes de los niveles secundarios y terciarios, padres y docentes marcharán unidos para difundir su reclamo en los alrededores del barrio. “Estamos intentando reunir a la comunidad educativa”, expuso Bouvier.

Instalaciones del colegio

Bouvier afirma que “lo único que hacemos es tapar baches en vez de solucionar el problema».

 

Delicado estado de las instalaciones de la Escuela

“Es un colegio muy viejo, que en principio era una fábrica y después lo fueron adaptando. Cada vez que llueve se inunda, hay goteras y las paredes están destruidas», comenta Briones.

Mirá el reclamo de la comunidad educativa de la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia:

(Fuente: estudiantes y docentes de la Escuela de Bellas Artes Rogelio Yrurtia). 

Actualizado 17/05/2017