Por Slivana Galeano Alfonso
Fotografía: Melody Abregú

En un pedazo de basural recuperado, al costado de las vías, dentro de un terreno que pertenece a Ferrocarriles Argentinos se encuentra la APDH, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza. Pablo Pimentel es el presidente de esta organización no gubernamental sin fines de lucro, independiente y autogestiva. Es hijo de Eduardo Pimentel, socio fundador de la APDH a nivel nacional, trabaja hace más de treinta años en la defensa de los Derechos Humanos y en entrevista con ANCCOM habló de la situación actual en la que se encuentra esa difícil tarea.

¿Cómo es trabajar en la defensa de los derechos humanos en este nuevo  período, a partir del cambio de gobierno?

Y, se hace más cuesta arriba. O sea, los funcionarios del PRO, algunos, no todos, son insensibles. Por ejemplo, nos tocó defender el caso de un joven, Gabriel Blanco, que ocurrió en el 2007,en el barrio La Borgward. Él se drogaba y robaba. Lo que pasa es que la policía quiso que robe para ellos y éste pibe se negó. ¿Qué le dijo la policía? “De acá en más te vamos a hacer la vida imposible, o terminás dentro de una bolsa negra o te metemos preso y te inventamos una causa”.

La cuestión es que  él logra salir de la droga con un grupo de jóvenes que ayudaban a los pibes del barrio y un día inventando un motivo, la policía lo detiene. A la madrugada siguiente llega un patrullero a la casa de Gabriel diciendo que se había ahorcado en el calabozo… cuando en realidad estaba todo golpeado. A los tres años del hecho logramos que fueran presos tres policías. Hasta el 10 de diciembre de 2015 los abogados defensores de la policía le pedían prisión domiciliaria al mismo tribunal que tiene la causa ahora, y en tribunales decían que no, “no se puede por la carátula”, que era tortura seguida de muerte.

Quien conduce el bufete de abogados que defiende a los policías, es el actual presidente del bloque del Pro, el señor Racanelli, si se le puede decir señor. Él hace lobby, habla con fulano, con mengano, con la Suprema Corte de la Provincia y la cuestión es que a los primeros días que asume Macri y Vidal le dan a los policías la prisión domiciliaria. En marzo llaman a debate oral. Empiezan los testigos y vemos como el tribunal ninguneaba a los que habíamos llevamos nosotros que eran los pibes presos, los familiares, la gente de los barrios. Al quinto día se termina el juicio y solo se toman dos horas para dictar sentencia, ¡una locura! El veredicto: “Absueltos todos de libre culpa y cargo. El joven se suicidó”. La misma justicia con dos signos políticos distintos actúa de una manera y de otra. Cuando estaba Néstor Kirchner y Cristina, que eran pro Derechos Humanos… bueno, los tipos se adecuaban y hacían respetar el código. Vino el hombre que dijo “Se va a acabar el curro de los Derechos Humanos” y cambió la práctica y la filosofía de administrar justicia.

Y en ese sentido… ¿Cómo ve la APDH los dichos del presidente sobre la cantidad de desaparecidos?

Para nosotros cuando el Presidente se lo dijo a una periodista extranjera fue muy canallesco. Pero ahora lo reafirma con una resolución del ministerio de Justicia donde dice “no señores, del ´76 al ´86 hubo 6.500 desaparecidos y 1.200 más del ´73 al ´76”. Y no son 30.000, son más. Porque si vas al interior más profundo de nuestro país te encontrás con que hay hermanos originarios, que tenían militancia política que los desaparecieron en esa época y que recién ahora los familiares se acercan con mucha timidez a pedir ayuda para saber qué pasó. O en el 2010 atendimos a un hombre y a una mujer mayor, dos hermanos, que recién en ese momento venían a denunciar la desaparición de un hermano  en 1976 porque durante los años anteriores  tuvieron miedo.

¿Y por qué creés que el actual gobierno decidió cuestionar el número de desaparecidos?

Porque quieren terminar con los procesos judiciales a los militares y quieren que todos los que estén presos vayan a prisión domiciliaria. Vas a ver que si Macri gana la primera elección que viene ahora, sale con el indulto. Entonces va a decir “acá en la Argentina hubo un problema grave pero chau, a otra cosa, damos vuelta la página”. Esto dice el Pro. De hecho, el gobierno le ha restado mucho presupuesto a los jueces para que tengan prácticamente full time para dedicarse a los juicios de lesa humanidad. Pero los organismos de Derechos Humanos no le vamos a permitir a ningún gobierno que ningunee ni con la cifra, ni que atrase los procesos judiciales. Los militares por más de que tengan entre 80 y 90 años son la referencia ideológica de un sector de la ciudadanía que todavía cree que está bien lo que hicieron. Que dicen “hubo una guerra”. No, no hubo una guerra. Hubo una violencia institucional  y un  genocidio de parte del Estado. Hubo una violación sistemática de Derechos Humanos de parte del Estado y por eso la figura es delito de lesa humanidad y no prescribe nunca.

"si vas al interior más profundo de nuestro país te encontrás con que hay hermanos originarios, que tenían militancia política que los desaparecieron en esa época y que recién ahora los familiares se acercan con mucha timidez a pedir ayuda para saber qué pasó", dice Pablo Pimentel.

«si vas al interior más profundo de nuestro país te encontrás con que hay hermanos originarios, que tenían militancia política que los desaparecieron en esa época y que recién ahora los familiares se acercan con mucha timidez a pedir ayuda para saber qué pasó», dice Pablo Pimentel.

Con respecto al continente, sobre todo ahora que ganó Donald Trump ¿Cómo ven los organismos de Derechos Humanos y sobre todo la APDH la defensa de los derechos humanos a nivel regional?

Bueno hubo un cambio evidentemente. En el comienzo del milenio es como que habían resurgido en América Latina los aires de los libertadores ¿no? Hubo un resurgimiento con Chávez, con Evo Morales, con Rafael Correa, con Lugo, con Lula. En chile con Bachelet. Todo este período, estos últimos 15 años del 2000 al 2015 hubo un resurgimiento de partidos nacionales y populares. Populistas en algunos casos. En la Argentina hubo gobiernos populistas, no populares, porque si realmente hubiesen sido populares se hacía un cambio de estructura y no ganaba este señor. Pero bueno, vivimos toda una situación que ahora vos fijate pasamos de una centro izquierda a una derecha muy derecha ¡Y en todo el mundo! Ahora con la frutilla enorme de la torta: el tío Sam, con Donald Trump, qué bueno, lo que va a traer es más discriminación, ya lo ha dicho este hombre “no se van a quedar los indocumentados, se van a tener que ir y le voy a hacer pagar al presidente mexicano el murallón”. Yo creo que se viene más derecha, se viene un mundo convulsionado, un mundo de guerras triviales. En áfrica, guerras triviales significa guerras entre etnias o por religión. En centroamérica se matan por la droga.

¿Por qué  creés que se dio este giro tanto en Latinoamérica como en el mundo de una situación más progresista a una política de derecha?

Yo creo que la derrota de estos gobiernos populistas viene porque no hubo una ética, una coherencia y no hubo un diálogo permanente con el pueblo. Por ejemplo, en nuestro país los últimos dos períodos de Cristina estuvieron caracterizados por la soberbia, por no atender o no hablar con los que pensaban distinto. Nosotros lo vivimos con los Quom cuando los acompañamos que estuvieron acampando en la 9 de julio. Cristina nunca los recibió para darles una solución. Además por la corrupción. Vos no podés ser un tipo que propone justicia social y tener funcionarios altamente corruptos.

Por otro lado, porque no llegaron a aplicar métodos de transformación profunda. En el 2008, acá en Desarrollo Social, viene una asesora de Alicia Kirchner y nos reúnen a mí y a unos curas y dirigentes sociales y nos preguntan cómo veíamos los planes sociales. Y yo les dije “miren hasta acá está bien pero hay que pegar una vuelta de rosca. Tenemos a Moreno que defiende que no entre lo importado.Tenemos un potencial en un montón de pibes y pibas que están en  Argentina Trabaja que hay que formarlos como torneros, auxiliares de farmacia, como obreros especializados en la industria metal mecánica o la del cuero. Hay que formarlos uno, dos años y seguirles pagando, que limpien, que pinten, pero que se formen. Y la Argentina, del presupuesto nacional que abra industrias para producir los insumos que las industrias actuales necesitan y traen de afuera. Entonces generamos puestos de trabajo, el puesto de trabajo genera plusvalía que es ganancia y la  ganancia autofinancia el sostenimiento del trabajador. Eso va a ser más digno que estar dependiendo de punteros”. La piba dijo “muy bueno, lo elevo y te llamamos”. Pero a mí nadie me llamó, porque producir eso era hacer la revolución de verdad y liberar a nuestro pueblo del sometimiento y sostenimiento de la pobreza. Néstor y Cristina, que parece que intentaron hacer las cosas bien, integraron pero hasta la mitad. Aplicaron métodos populistas donde lo que hicieron fue de alguna manera subsidiar la pobreza,no hicieron cambios profundos.

El otro problema es la profunda crisis en los partidos políticos. Los grandes liderazgos no han dejado reemplazantes. No han preparado cuadros políticos.

¿Pero por qué creés que en Estado Unidos gana Tump?

Porque ante las crisis socioeconómicas, los individuos se encierran egoístamente en sus núcleos, en sus ombligos y les molesta todo lo que es de afuera. Porque nos olvidamos de nuestro  pasado, somos egoístas. Yo creo que Donald Trump gana porque el mundo se va achicando cada vez más. Hay menos torta para repartir, se la reparten entre algunos. Entonces el inmigrante viene a joder al que vive ahí. El ciudadano norteamericano quiere vivir bien y que no le joda ni el Isis, ni los mexicanos, ni los venezolanos. Como acá, como los argentinos que dicen “no, los negros éstos que vienen de Bolivia, no, que se vayan”.

¿Y Cuáles son los nuevos desafíos ahora?

Ahora creo que los desafíos quedan en el pueblo. Pero ahora el pueblo latinoamericano se empoderó de Derechos entonces no se va a dejar joder así no más.Una de las cosas que tenemos que hacer quienes militamos en temas sociales y políticos es no irnos de esta tierra sin socializar en ustedes todo lo que sabemos. Y yo digo “jóvenes argentinos y latinoamericanos del mundo júntense” ya no a debatir un modelo de país sino hay que debatir un modelo de mundo. ¿Qué mundo queremos? ¿Un mundo contaminado o libre? ¿Un mundo inclusivo, con todos adentro, o un mundo que discrimina?