Por Daniela Yechua
Fotografía: Daniela Yechua

Todos los 8 de diciembre las religiones afroamericanas celebran el rito a Oxúm, diosa de las aguas dulces, una de las deidades de la naturaleza. En Argentina, se lleva a cabo en la rivera de la localidad bonaerense de Quilmes. A lo largo de  48 horas, diferentes practicantes de la religión umbanda, provenientes de templos de todo el país, acampan junto al río, al ritmo de los tambores, cantos y ofrendas.

El ritual consiste en entregar al río alimentos a base de maíz, frutas y flores. Todo se viste blanco y amarillo, color que remite al oro, al cobre y a la fecundidad. Oxúm es la protectora de las embarazadas y los bebés. El mito cuenta que un día Oxúm lloraba porque se había peleado con su padre, pero que cuando la diosa del mar –Iemanjá- la vio tan triste, le entregó el poder sobre todas las aguas dulces.  

Los fieles se meten al río en grupos, tomados de la mano y llevan las ofrendas en barcazas construidas colectivamente. Al unísono de los cantos, arrojan perfume, miel y pochoclos. Las procesiones al agua se alternan con las danzas terrestres y los bailarines entran en trance. Mientras, río adentro siguen flotando las embarcaciones amarillas. De a poco, el aire se hace espeso y dulce. La costa se impregna de colores que brillan y de un tono mágico que se va silenciando mientras, lentamente, cae el sol.