Por Darío Delgado
Fotografía: Camila Alonso Suarez

El empresario teatral Carlos Rottemberg reconoce que la situación por la que atraviesa la industria teatral no es la deseada. Dueño del espacio Multiteatro, en la avenida Corrientes, y de otras seis salas en Mar del Plata, vislumbra una temporada de verano “a la baja”, tanto en la Costa Atlántica, como en Carlos Paz. El productor de los almuerzos de Mirtha Legrand durante dos décadas habla también de la grieta, del circuito del teatro independiente y de la relación de los empresarios con el Estado.

“El sector no está ajeno a lo que ocurre con la actividad económica en este momento, que repercute en nuestro caso con un descenso en la demanda. Lamentablemente estamos achicando las producciones y eso no es bueno porque conlleva menos fuentes de trabajo”, sostiene quién fue también productor de los almuerzos de Mirtha Legrand durante veinte años y que hoy solo se considera un televidente más de sus programas. Celebra el acercamiento de los artistas, que en su momento adhirieron con el kirchnerismo y no ve un ensañamiento hacia ellos en la actualidad, aunque reconoce que hay una intención en marcar a quienes piensan distinto: “A mí no me pueden venir a hablar de la grieta ahora. Yo nací con la grieta. Es algo que siempre existió”, afirma.

¿Cuál es la situación del sector teatral?

El sector teatral en la Ciudad de Buenos Aires se mantuvo parejo en este año, desde enero hasta marzo y a partir de abril comenzó a bajar hasta el último mes registrado, que es septiembre. Esta situación acompaña la baja en la demanda de otras actividades. El teatro es una actividad suntuaria para mucha gente, no es de primera necesidad; es lógico que cuando se achica el presupuesto familiar se recorte esta actividad. Estamos a la expectativa de saber cuándo comenzará a revertirse esta situación.

¿Cuánto repercutió el aumento de los servicios en las salas teatrales?

El problema se mide, no tanto por las tarifas, sino por la caída del consumo. Porque si las tarifas aumentan, pero el consumo se mantiene estable, en una parte se licúa. El tema es cuando se da el combo en el cual aumentan mucho los costos y baja la recaudación. Esto termina dando un cierre negativo.

¿Cómo concibe la situación para la industria teatral, en relación a los subsidios que brinda el Estado?

A mi entender no se tendrían que pedir subsidios, porque la actividad teatral comercial tiene desde 1958 una ley de fomento que exime del pago de impuestos al teatro. Y en una época de vacas flacas sería injusto ir a pedirle al Estado. Como empresarios privados tenemos que correr el riesgo. Me parece que los que vendemos entradas desde la taquilla, como es mi caso, desde hace 41 años, tenemos que seguir haciéndolo, sin la necesidad de recurrir al Estado.

¿Qué estrategias propone la industria del teatro para afrontar la crisis?

Hay muy poca estrategia, porque tiene que ver con la demanda y no es un tema de manejar la boletería, se trata de acompañar la época. Estamos los empresarios teatrales poniéndonos cautos en las contrataciones y achicando las producciones. Lamentablemente se trabaja menos. No es bueno para el país, ya que se traduce en fuentes de trabajo que se reducen.

¿En qué consiste la iniciativa “Vení al teatro” organizada por la Asociación Argentina de Empresarios teatrales (AADET)?

Es una iniciativa que comenzó en 2014, una especie de mimo a los espectadores. Se hace en octubre, época en donde se reducen los títulos en las carteleras. La idea está pensada para las personas que durante un tiempo siguieron a un espectáculo o a un determinado artista y por cuestiones económicas no pudieron realizarlo. Este año la propuesta se llama “10.000 x 100” y tuvo que ver con que, presentando el DNI en los puestos de ventas de Ticket, se les ofrece la posibilidad de acceder a cualquier espectáculo por 100 pesos.

¿Cómo cree que va a ser la temporada en Mar del Plata y Carlos Paz?

Con menos ofertas en cartelera. En el caso de Mar del Plata es concreto que va a suceder eso. Tal vez, al haber una menor oferta obtengamos un mayor promedio en la recaudación de entradas. Igualmente, soy de los que creen que cuantas más contrataciones haya, cuanto más tengamos para ofrecer a los espectadores, es mucho mejor. Fundamentalmente porque son más fuentes de trabajo. Mi impresión es que este año Mar del Plata vuelve a ser una ciudad para elegidos, donde solamente cuatro o cinco títulos van a ser los realmente fuertes en la temporada; no es un punto positivo.

¿Por qué considera que la gente consume tanto teatro en Argentina?

Es una sana costumbre de toda la vida. Ya pasaba en 1930, cuando existía el teatro independiente. Definitivamente tiene que ver con buena madera actoral y de dirección que tiene Argentina. Me parece que es un círculo virtuoso, donde hay muy buen talento y un considerable número de público que consume ese talento y se empiezan a generar espectadores. Esto está muy apoyado, además, por lo que es el teatro independiente, que es una muestra cabal de un teatro más experimental, que empuja desde los sótanos y las pequeñas salas a artistas que se convierten después en grandes luminarias.

¿Cuál es la marca que deja el teatro independiente en el teatro comercial?

Siempre hubo un cruzamiento entre tres circuitos, no solo entre el teatro comercial y el independiente, también está el teatro público. Si pensamos en una figura paradigmática como fue Alfredo Alcón, él podía hacer cada año una cosa distinta en los tres circuitos. Podía brillar por su talento en el teatro Andamio 90, un año, en el San Martín, y en otro en el Teatro Astral. Creo que al teatro no hay dividirlo en comercial, independiente y público, sino que hay bueno y malo en los tres circuitos. Hay que bucear antes de ir a ver un espectáculo, para no perder tiempo ni dinero, ni llevarse un mal momento como espectador.

¿Cómo observa el compromiso de los artistas con ciertos espacios políticos, como lo que sucedió con actores que adhirieron al kirchnerismo, por ejemplo?

A mí me parece que estuvo perfecta esa adhesión. Si un médico, un obrero o un ingeniero pueden exponer en público lo que opina ideológicamente, no veo porque esté mal que lo haga un actor. Me parece maravilloso que cada uno exponga sus ideas. Tengo el recuerdo de lo que sucedió en la época de Alfonsín con Luis Brandoni y otros actores que adherían a su gobierno y que incluso llegaron ser asesores culturales durante esa gestión.

¿Cree que hoy en día hay un ensañamiento con esos actores? ¿Qué hoy no le dan lugar en la pantalla?

No creo eso. Lo que sí veo es que hay un ensañamiento en marcar a quienes piensan distinto, pero es una cuestión que vino desde siempre. Yo nací con la grieta, estoy demasiado viejo para que me cuenten que la grieta es de ahora. Siempre la hubo

¿Cómo es su relación como productor teatral y el gobierno nacional?

Normal, como con todos los demás. Uno puede tener su ideología, pero está bueno, a mi entender, no meterse con ningún gobierno. Pero no por eso quiero decir que no se pueda llegar a realizar acuerdos, teniendo en cuenta que somos empresarios privados. Por ejemplo, hace unos días hemos firmado un convenio con el titular del PAMI, Carlos Regazzoni, por cual se entregarán entradas para que asistan los jubilados de manera gratuita al espectáculo “No seré feliz, pero tengo marido”. La intención es acercar a más gente a los teatros de la calle Corrientes, que quizás, de otra forma, no hubieran podido acceder.

¿Qué significa la cultura para usted?

Todo es un hecho cultural, desde cómo nos vestimos y nos peinamos. No solo es ir al teatro o ver televisión. Uno siempre aspira a que la cultura acompañe a la ciudadanía como quisiera que acompañara al hijo de uno. Tiene que ver con llevar en la práctica profesional lo que uno quiere en su vida privada. No creo que el chimento tenga que ver con el espectáculo, son dos negocios que corren por carriles separados. De hecho, cosas que se consumen gratuitamente en televisión no se pagarían para ver en un espectáculo teatral y espectáculos con mucho contenido, que pueden convertirse en un éxito en el teatro, no se podrían pasar por televisión: no tendrían la audiencia necesaria para sostenerse en ese medio. Son diferentes ramas de la cultura y de las empresas, que tienen relación con el mundo del espectáculo.

 

Actualizada 09/11/2016