Por Antonela Molas
Fotografía: Melody Abregú

Daniel Bambicha fue entrenador del Equipo Nacional de Yachting que consiguió, en los últimos certámenes olímpicos, cinco medallas para Argentina. Sin aviso previo y en la cuenta regresiva hacia los Juegos de Río de Janeiro, que comenzarán el 5 de agosto, lo despidieron. En su historial están las dos medallas de plata que logró en Atlanta 1996 y Sidney 2000 Carlos Espínola, que en tándem con Santiago Lange obtuvieron, además, otras dos de bronce en Atenas 2004 y Beijing 2008; a la quinta presea, también de bronce, la consiguió la dupla de Juan De la Fuente y Lucas Calabrese, en Londres 2012. En los juegos de Barcelona en 1992, además, entrenó a la dupla Javier Frana-Christian Miniussi, que ganó la medalla de bronce en el doble de tenis. Desde el año pasado Bambicha dirigía, además, el Programa de Entrenamiento Integral en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard).

¿Cómo conoció la noticia de que ya no era parte del equipo y qué explicaciones recibió al respecto?

El secretario de deportes, Carlos McAllister, es también el secretario del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard) y desde las dos entidades me desvincularon del equipo de vela. Hoy estoy sin trabajo, me enteré porque fui al banco y me di cuenta de que no estaba depositado mi sueldo. Llamé por teléfono, pregunté qué había pasado y me dijeron que la Federación de Yachting (FAY) había solicitado mi desvinculación; pregunté por qué pero no me dieron ninguna explicación. Normalmente estas cosas no se resuelven por ese lado, no hay una argumentación técnica, ni ninguna problemática económica o de estructura, porque podría darse que te digan que consiguieron otro entrenador. Pero eso no pasó y no recibí ninguna explicación.

¿En qué consistía el Programa de Entrenamiento Integral?

En el programa converge toda la intelectualidad del conocimiento científico que hay en el deporte y a través de él llega a las diferentes selecciones y equipos nacionales. Era muy interesante porque estaba todo dentro de la órbita de la Secretaría de Deportes en el Cenard, el lugar natural donde se entrena. Diferentes deportistas y equipos accedían de manera interactiva a estos profesionales: un velocista, por ejemplo, podía ir y entrenarse con un especialista en levantamiento de pesas, y entonces ese velocista se nutre de un profesional que conoce muy bien su materia. La intención era tener un alcance nacional, habíamos hecho un ensayo a nivel local y había tenido muchísimo éxito.

¿Por qué cree que decidieron desvincularlo?

Generalmente  la conducción, desde donde se toman las decisiones, no está conformada por los más capaces sino por gente que ha sabido conservarse en ese puesto. Para las personas que trabajamos de otra manera y tenemos objetivos claros y distintos nos resulta muy difícil entrar en ese sistema de lobby, conveniencias, acomodos. Nuestro deporte no está conducido por los más capaces, los que lo eran se han ido y están trabajando en otro lugar. Yo soy simplemente un ejemplo más de todos los que han pasado y han intentado hacer algo por nuestro país.

Antes de enterarse de que estaba fuera del equipo de vela, ¿logró reunirse con el secretario de deportes Carlos McAllister para solicitar una mejor paga?

Me dijo que iban a atender mi reclamo y que lo iban a solucionar rápidamente. Nunca se solucionó, pasaban las semanas, hablé con varios dentro de la misma estructura pero es muy fácil lavarse las manos. La Federación dice que la decisión fue del Enard, el Enard dice que fue la Federación, y así se pasan la bola entre todos. La sensación que me dio es que nunca me escucharon. Todos tienen otro interés que el deporte en sí, el objetivo es político.

¿Hubo más despidos en los últimos meses?

En muchas áreas de la estructura tengo entendido que sí. Hay mucha gente que se ha acercado, especialistas en la educación, por ejemplo, y no han tenido una recepción adecuada. La gente vive, no puede estar esperando eternamente una respuesta. Hay programas que tenían finalidades específicas que se descontinuaron y podrían haberse mejorado, pero sacarlos sin respuesta no es bueno. Esto demuestra el carácter de quienes toman la decisión. Te dicen “andate” y no les importa qué estabas haciendo y cómo. Yo les pregunto a todos si alguien sabe cuáles es la política deportiva de nuestro país. No escuché a ningún dirigente decir cuál es. Todos dicen “vamos a apoyar”, pero eso no resuelve nada. Me gustaría escuchar cosas concretas. Muchos de los deportistas se callan y no dicen nada porque tienen miedo de perder lo que tienen, y así esto nunca cambia. En los ‘90 esto ya pasaba, había gente que viajaba por acomodo y sin tener mérito suficiente. En todos los ciclos olímpicos se habla de lo mismo, del esfuerzo que hacen los deportistas, que se enfrentan con grandes potencias y que se encuentran en inferioridad de condiciones, gente que no estaba bien acreditada, y nos lamentamos de los resultados. La prensa habla de los números y nunca se pregunta por qué pasa.

«La conducción, desde donde se toman las decisiones, no está conformada por los más capaces sino por gente que ha sabido conservarse en ese puesto», declara Bambicha.

¿Recibió llamados de sus colegas o de los deportistas?

Sí, los deportistas están muy indignados con esta situación, no lo pueden creer. Y colegas también: si a alguien de trayectoria le pasa esto, no saben qué puede pasar con ellos. Es un país que castiga a las personas que obtienen resultados y trabajan.

¿Cómo continúa su vida en lo profesional?

Tengo la posibilidad de trabajar en otros equipos internacionales, pero mi proyecto familiar es más importante que todo. El deporte debería ser un programa a 30 años para poder ver resultados y tener una certeza de algo, y la Argentina no tiene ningún programa. Yo no veo a ninguno de los que están con ese espíritu y no veo gente que esté trabajando sobre eso.

Si lo llamaran para continuar con el Programa de Entrenamiento Integral en los próximos meses, ¿qué respondería?

No los veo tan virtuosos como para tomar una decisión así. No creo que tengan la sabiduría como para corregir los errores que han cometido. De hecho, ya he tomado otro rumbo y estoy iniciando otras cosas, porque tengo una familia que mantener. Pero sí me interesa comunicar esto, es el valor agregado que le quiero dejar a esto. Las seis medallas ganadas tienen que servir para que otros chicos intenten hacer algo y yo tengo un compromiso con ellos, porque es algo que construí hace muchísimos años y algo tengo que dejar, por lo menos lo tengo que intentar.

  ¿Cómo va a vivir los próximos Juegos Olímpicos?

  Creo que voy a tomar mucha distancia, nunca vi un juego por televisión y siempre tuve la fantasía de poder estar en un sillón mirando los juegos. Esta vez no creo que los mire porque si bien entiendo mi realidad, también sé que es un proceso que no deja de ser doloroso. De hecho, por ejemplo, tener que ir a hacerme una obra social me duele, porque me conecta con eso. Tengo que soltar todo esto, dejar que pase el dolor, porque después encontraré donde volcar mi pasión. Voy a aprovechar todo ese período para hablar y levantar la bandera de la injusticia y del no reconocimiento. Hay que tratar de que se respete y se tenga en cuenta el deporte para que ocupe un lugar de mayor importancia.