Por Gilda Casalino
Fotografía: Deborah Valado

“Es la primera vez que Estados Unidos o que la derecha regional logra recapturar un gobierno y nada menos que un país muy significativo como es la Argentina y además un gobierno que dice: vamos a volver a priorizar las relaciones con Estados Unidos y con la Unión Europea”, expresa Leandro Morgenfeld, especialista en Relaciones Internacionales, Historia Económica, Política y Social e Integración Regional, doctor en Historia de la Universidad de Buenos Aires e investigador adjunto del CONICET. Morgenfeld analiza las relaciones entre ambos países para explicar las implicancias de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama a la Argentina este miércoles 23 de marzo.

¿Qué opina de que la visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama coincida con el 40 aniversario del golpe cívico-militar en la Argentina?

Creo que la coincidencia de la visita de Obama con el 24 de marzo, con los cuarenta años del golpe militar que ocasionó tantas reacciones y críticas de todos los organismos de derechos humanos, provocó una necesidad por parte tanto del gobierno de Obama como el de Macri de recalcular la visita. Entonces Obama consideró mejor que el día 24 que fue el pedido de (Adolfo) Pérez Esquivel, no estar en Buenos Aires, por eso se va a ir ese día por la mañana hacia Bariloche, para no estar sobre todo en la tarde del 24 que es cuando se van a producir las marchas a Plaza de Mayo, que van a ser muy masivas. Y por otra parte el viernes pasado anunciaron la desclasificación de documentos militares y de inteligencia norteamericanos sobre la última dictadura y esto es algo que más allá de que lo pidió el gobierno de Macri en función del pedido de Estela de Carlotto en febrero, es algo por lo que vienen trabajando los organismos de derechos humanos y académicos de Estados Unidos y Argentina desde 1999. En 2002 Estados Unidos desclasificaron algunos miles de documentos pero más bien del Departamento de Estado, no de las agencias de seguridad militares y de inteligencia. Esa fue una concesión, entiendo yo del gobierno de Obama para evitar las críticas de la Argentina y para llegar en mejores condiciones, aunque es algo muy importante porque va a permitir conocer mejor la participación de Estados Unidos en el Plan Cóndor, la coordinación con las distintas dictaduras del cono sur, el entrenamiento de militares golpistas en la Escuela de las Américas y quizás aporten información para los actuales juicios a los genocidas. Así es que me parece que ese es un logro importante del movimiento argentino por los derechos humanos. Pero sin duda esta presencia de Obama el 24 de marzo en la Argentina le va a agregar un condimento más a las movilizaciones que van a ser muy importantes en el marco del 40 aniversario del golpe.

¿Cómo evalúa la visita del presidente Obama a la Argentina y cómo explicaría su paso por el país luego de visitar Cuba?

La visita a Cuba es fundamental porque tiene que ver con reposicionarse en la región y de paso atraer el voto latino en Estados Unidos que va a ser clave para las elecciones presidenciales de este año. Mostrarse como un presidente que va a tener como legado histórico una política más amistosa, más distendida con Cuba, para Obama es clave, pero los sectores más anticastristas, los que se opusieron siempre a tener cualquier política, a aflojar el embargo y critican a Obama por eso, dicen: ¿Cómo vas a ir a Cuba y legitimar a un dictador, a Raúl Castro?, por eso incluye también a la Argentina en la gira, porque dice bueno, ya no es un viaje sólo a Cuba, es una gira latinoamericana, voy a dos países y respaldar al nuevo líder de la derecha. En ese equilibrio regional entre los gobiernos bolivarianos, los gobiernos progresistas o reformistas del MERCOSUR y los gobiernos neoliberales de la Alianza del Pacífico, los últimos años se mantuvo un equilibrio y casi ningún gobierno cambió de signo político, salvo si queremos el de Chile que perdió (Sebastián) Piñera de derecha y volvió al gobierno (Michelle) Bachelet, no cambió mucho la política económica pero sí cambió el gobierno y la coalición.  

¿Cuál cree que será la actitud de Barack Obama frente al presidente Mauricio Macri?

Obama va a condecorar o felicitar como ya lo hizo públicamente, a (Mauricio) Macri como un baluarte de la democracia y los derechos humanos. Hay que desnaturalizar la idea de que Estados Unidos tiene autoridad moral para decir quienes violan y quienes respetan los derechos humanos. Estados Unidos tiene el peor récord de todos los países del mundo – una potencia imperiales violar los derechos humanos en otros países, sin embargo se auto atribuye el poder manejar qué gobiernos respetan y quienes no los derechos humanos.

¿Por qué cree que lo califica de esa forma?

¿Por qué está diciendo esto de Macri alguien que nunca apoyó los juicios a los dictadores acá, nunca había recibido a los organismos de derechos humanos, nunca había citado a la ESMA? Todo lo que hizo en el último mes digamos, a partir de que venía Obama y para sobreactuar cierta preocupación por los derechos humanos, porque justo Obama va a venir el 24 de marzo, eso le generó un problema ¿Por qué lo hace? porque en la Cumbre del MERCOSUR en diciembre pasado, la primera en que Macri interviene como presidente, ataca directamente a Venezuela supuestamente por no respetar los derechos humanos, es decir, que hay presos políticos, relacionándolo con el tema de Leopoldo López, que fue juzgado por promover la guarimba en donde murieron más de cuarenta personas en Venezuela.   

El tema de los derechos humanos es utilizado como un argumento para intervenir en los asuntos internos de otros países. Pero por ejemplo, nadie dice nada que Obama se reúne periódicamente con sus asesores militares en la sala de situaciones – «situation room», si vieron la serie House of Cards – se reúne ahí donde hay pantallas y teléfonos encriptados y decide sobre la vida o la muerte de cientos y cientos de personas, sin ningún juzgamiento, en otros territorios, es algo que viola toda la normativa internacional, porque cualquier persona que sea presuntamente culpable, tiene derecho al debido proceso, salvo que uno estuviera en una guerra. Eso es una de las cosas más graves que dejó el gobierno de (George W.) Bush, que planteó la guerra contra el terrorismo, que no es un enemigo asequible, no es un país, no es un Estado, no es un ejército. En nombre de la guerra contra el terrorismo se puede hacer cualquier cosa, por ejemplo que los tipos digan: “tenemos información de tal persona que está en Pakistán o en cualquier país, esa persona es un terrorista”, entonces mandan un avión no tripulado que se mete en el espacio aéreo de ese país, podría ser la Argentina, podría ser cualquier sitio, tiran un cohetazo dirigido y lo matan, sin juicio previo, sin avisar, sin dar cuentas ante ningún tribunal internacional, eso es causal de guerra. Estados Unidos lo hace sin ningún juicio, hasta hace unos años se había contabilizado más de mil doscientas muertes durante su gobierno. Esto lo hace Obama porque en el período anterior no existía, porque hay un desarrollo tecnológico y misilístico de Estados Unidos que es la principal potencia. No se ve, no hay filmaciones, es algo más quirúrgico. Hay cantidad de civiles inocentes – lo que ellos llaman daños colaterales – que produjeron estos ataques, asesinatos selectivos como les llaman. Es impresionante que esa persona sea quien plantee qué gobierno viola o no viola los derechos humanos.  Es un tema que me parece ideológico para discutir, importante en la región y político: ¿Por qué asumimos como natural que Estados Unidos determine quién defiende la libertad, la democracia y los derechos humanos? Cualquiera te dice: en Venezuela hay un gobierno autoritario, en Cuba hay una dictadura y nosotros somos los promotores de los derechos humanos, la verdadera democracia, es nuestra democracia. Estados Unidos nunca aceptó además estar en los Tribunales Internacionales, en donde están casi todos los países del mundo, por ejemplo en La Haya (Tribunal Internacional de La Haya) porque dice: a mis ciudadanos y militares no los puede juzgar nadie salvo yo, entonces ese doble estándar son las cosas que hay que desnaturalizar.

 

¿Cuál cree que sea el objetivo de la gira del presidente Obama por Latinoamérica?

Hay algo que es permanente en los últimos 200 años, Estados Unidos tiene dos objetivos estratégicos en la política hacia América latina. Lo primero que hay que decir es que América latina es fundamental para Estados Unidos, algunos sectores dicen: nosotros, América Latina, somos intrascendentes para Estados Unidos porque en las relaciones comerciales somos un porotito en el comercio con Estados Unidos, entonces no hagamos lío porque Estados Unidos nos da la espalda. Esto no es así, para ser una potencia imperial, Estados Unidos tiene que ser una hegemonía sin desafíos en lo que históricamente ellos consideran su patio trasero. En 1823 cuando Estados Unidos planteó la doctrina Monroe y dijo: «America for the americans», lo que está diciendo es América para los norteamericanos, la palabra american en inglés tienen un contenido un poco complejo. Cuando decimos americano pensamos a todo el continente americano, para ellos americans son los norteamericanos. Cuando la doctrina Monroe dice: América para los americanos, hay que entenderla en un contexto en donde las potencias colonialistas de Europa estaban iniciando una reconquista de América y Estados Unidos dijo: no vamos a aceptar que ninguna potencia europea reconquiste los territorios que se independizaron y vamos a ser la garantía de que América es nuestra zona de influencia, así como otras potencias tenían otras regiones de África o de Asia.

¿Qué implica dicha doctrina?

Esa doctrina Monroe que te dice América para los americanos tiene dos implicancias importantes. La primera es que Estados Unidos en los últimos 200 años intervino para que ninguna potencia extra hemisférica la desafiara en su poder en la región. En el siglo XIX lo hizo para quitarle la influencia que tenía Gran Bretaña – hasta la segunda guerra mundial, era la principal potencia, eso lo fue desplazando Estados Unidos. En la guerra fría, tras la segunda guerra mundial hasta el ´89, ´91, el desafío fue con la Unión Soviética, por eso se pusieron tan nerviosos cuando se produce la revolución cubana y Cuba se transforma en un aliado de la Unión Soviética. Recordemos que en octubre de 1962 casi vamos a una tercera guerra mundial por los misiles soviéticos en Cuba. Ésta es nuestra zona de dominio exclusivo y no permitimos que venga la Unión Soviética.

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¿Y cuál sería el desafío en los últimos años?

Está dado fundamentalmente con China, una competencia por ahora más económica que otra cosa pero China se transformó en el primero y segundo socio comercial de Argentina, de Brasil y de Chile, lo mismo que de México y de muchos países de la región. Desafía o reemplaza a Estados Unidos como socio comercial histórico que fue de la Argentina, también en cuanto a sus inversiones y préstamos. Entonces Estados Unidos está tratando de evitar esa creciente presencia china.  

Lo otro que históricamente intentó evitar Estados Unidos es que América latina se junte. Desde que Simón Bolívar planteó el proyecto de la Patria Grande y el primer congreso que se hizo en Panamá en 1826, Estados Unidos intervino en la región para fomentar lo que se llama la “balcanización latinoamericana”, aquello de «divide y reinarás»: hablo con 34 países pequeños, tengo una capacidad de imponer porque hay un diferencial económico, político, militar y de recursos, imponer mis políticas, si tengo que discutir con todos juntos (la UNASUR, la CELAC, etc.) estoy en problemas. Entonces, Estados Unidos siempre tiene -pueden cambiar los gobiernos, pueden cambiar las tácticas- esos dos elementos estratégicos en su vínculo con América latina.

Como vimos desde el inicio del siglo XXI, avanzó China reemplazando a Estados Unidos en cuanto socio comercial. Por ejemplo China es el segundo socio comercial de la Argentina y Estados Unidos recién el cuarto y así con distintos países como mencioné antes y al mismo tiempo avanzó una cooperación y coordinación política e integración regional alternativa: la UNASUR, la CELAC, el ALBA. Si Estados Unidos sigue pretendiendo ser una potencia hegemónica a nivel mundial -cosa que está en discusión porque muchos hablan de que vamos a hacer un sistema multilateral, o que está siendo desafiada esa hegemonía de Estados Unidos- tiene que sostener su dominio en América latina y por lo tanto es clave lo que pase con América del Sur.

¿Qué problemas le impiden o impedían a Estados Unidos sostener dicho dominio?

Casi todos los países de la región y casi del mundo cuestionaban por ejemplo el bloqueo contra Cuba, cuestionaban las políticas agresivas que además habían fracasado. Desde hace más de cincuenta años, Estados Unidos invadió, mandó plagas, intentó con todo tipo de atentados en los años ´60 matar a Fidel Castro, planteó que sigue existiendo un bloqueo económico, comercial y financiero con Cuba y no logra derrotar a la revolución, más allá de todos los problemas que tenga Cuba.  

Entonces, lo que tuvo que hacer Obama es decir: bueno, para solucionar esto vamos a apostar a que se replantee el capitalismo en Cuba, a que se derrote a la revolución, a que se produzca un levantamiento pero con otras estrategias. Entonces en diciembre de 2014  que fue un año y medio de negociación, anunció el fracaso de esa política y que había que ir a una política de distensión con Cuba y ahí empezaron las negociaciones, y el 20 de julio del año pasado, la normalización de las relaciones diplomáticas. Todavía falta levantar el bloqueo, Guantánamo, etcétera y ese proceso va a tiene un punto importante esta semana que es la primera visita en 88 años de un presidente norteamericano a Cuba.

Pero no hay que engañarse, el objetivo estratégico como dijo Clinton y Obama es forzar un cambio en Cuba, sólo que lo están haciendo con otras herramientas, con otras tácticas, fracasó la política agresiva, lo vamos a hacer impulsando la sociedad de capitales norteamericanos, impulsando una lucha ideológica y política, tratando de financiar y fomentar una oposición al sistema político pero es un cambio importante porque ellos dijeron históricamente: no vamos a negociar con la dictadura de los Castro y está Raúl Castro en el gobierno y está Obama, es un triunfo del pueblo cubano y de todo América latina que hayan tenido que reconocer ese fracaso y cambiar de estrategia, eso no quiere decir que Estados Unidos tenga la misma estrategia y al mismo tiempo que hace eso, sanciona a Venezuela.  

¿Cómo se dió dicha sanción?

El 9 de marzo de 2015, Obama firmó un decreto que dijo que Venezuela es una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de Estados Unidos. Esto es ridículo por muchas razones: primero porque el diferencial militar y además porque históricamente Venezuela no invadió ningún país, no mató a nadie de otro país, no fue a la guerra con ningún país desde que está el chavismo, no hay ningún antecedente histórico y, en cambio, sí hay infinitos antecedentes históricos de injerencismo, apoyo a golpes, todo esto ya en documentos desclasificados de la CIA, del Pentágono, que prueban toda la participación de Estados Unidos en los años 50, 60, 70, y 80, durante la guerra fría. Innumerables injerencias en los asuntos internos, ni hablar a principios del siglo XX, directamente con el desembarco de tropas.

El gobierno de Estados Unidos está apuntando a tratar de provocar una caída del gobierno de (Nicolás) Maduro, y el triunfo de Macri impulsa este avance de la derecha. Impulsó el avance de las elecciones de la oposición en Venezuela, impulsó la derrota electoral que tuvo Evo Morales en su intento de reformar la constitución en Bolivia, impulsa la estrategia destituyente contra Dilma Rousseff en Brasil y efectivamente Macri es un punto clave en esa estratégica.

¿Qué agenda de trabajo cree que Estados Unidos va a impulsar en Argentina puntualmente?

Una es la radicación de inversiones, hay más de 600 empresas norteamericanas con inversiones en el país que están nucleadas en la Cámara de Comercio norteamericana en la Argentina (AMCHAM) y es la que está en estos días más activa, alegrándose de la visita de Obama y sus empresas. Chevrón depende de los acuerdos que haga, los hizo con el gobierno anterior a través de YPF en Vaca Muerta y los va a hacer con este gobierno. Por supuesto el presidente de un país y más de una potencia van a alentar la radicación de inversiones, los contratos del Estado para que compremos aviones, barcos o municiones provenientes de Estados Unidos, los acuerdos comerciales.

Estados Unidos se quejaba mucho del supuesto proteccionismo del gobierno anterior pero es uno de los pocos países que tiene un fuerte superávit comercial con la Argentina. Estados Unidos tiene déficit comercial con casi todos los países, con Argentina tiene un superávit de cinco mil millones de dólares por año, sin embargo nos acusa a nosotros de proteccionismo. Hace 15 años que la Argentina viene litigando contra Estados Unidos por un brote de aftosa que hubo en 2000 y dijeron que no comprarían más carne a la Argentina, terminó todo eso y siguen usando esa excusa para no comprarnos carne, para proteger sus propios productores. El gobierno anterior hizo una demanda contra Estados Unidos en la Organización Mundial de Comercio (OMC), esa demanda prosperó y finalmente el año pasado tuvieron que reabrir la compra de carne argentina pero siguen poniendo temas técnicos muy complicados  para evitar seguir comprándonos carne.

Entonces una es el comercio, otra son las inversiones, otra que Argentina eventualmente se incorpore en el acuerdo transpacífico que está impulsando Estados Unidos y otra que es muy grave, que todavía no hablamos, que vuelvan a participar las fuerzas armadas, la DEA, el FBI, el Pentágono en los asuntos internos de la Argentina como hacen en buena parte del continente. Con la excusa de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, Estados Unidos hace inteligencia, espía, tiende lazos con las fuerzas armadas de todos los países de la región y esa es la forma en cómo se constituye en un poder imperial, tiene más de 70 bases militares en América latina y el Caribe, muchas de ellas creadas durante el gobierno de Obama, son bases de nuevo tipo. Nosotros en Argentina tuvimos una en la gestión anterior, fue una base en el Chaco, durante la gestión de (Jorge) Capitanich crearon una base militar cerca de la triple frontera que era supuestamente una base humanitaria ¿Quién la conducía? la cuarta flota del Comando Sur de Estados Unidos, se armó tal revuelo que la tuvieron que desmantelar y se trasladó a Chile y se abrió una base militar de estas de nuevo tipo en Chile.  

La ley antiterrorista que también aprobó el gobierno anterior por pedido de Estados Unidos a fines de 2011, después de la reelección de Cristina (Kirchner), se aprobó en el momento en que la Argentina intentaba recomponer las relaciones con Estados Unidos. Con la excusa del terrorismo y el narcotráfico Estados Unidos penetra, eso no quiere decir que no sea un problema el narcotráfico, pero ¿Cuál es la política que impulsa Estados Unidos en los años 70 en la presidencia de (Richard) Nixon? La guerra a las drogas, que está haciendo un desastre en México y en todo Centroamérica y en Colombia y que está criticada por cantidad de especialistas y sin embargo Estados Unidos de nuevo tiene el doble estándar ¿A dónde va toda la cocaína que exporta América latina? una parte va a Europa y el gruesísimo va a Estados Unidos, ellos tienen los sistemas más avanzados de defensa, que no tenemos en América latina y sin embargo la droga sigue entrando. Un problema es dónde se produce y otro problema es a dónde va, entonces de nuevo Estados Unidos es el paladín del que combate el narcotráfico siendo un país donde entra no donde sólo se consume, sino donde tiene que entrar esa droga. Hay una doble vara. La ministra Patricia Bullrich hace dos semanas se fue de gira a Washington, se reunió con jefes de la DEA, del FBI de la Seguridad Nacional de Estados Unidos y públicamente vienen diciendo lo mismo que el embajador (Martín) Lousteau que hay que volver a cooperar con  Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, así es que hay que prestar mucha atención porque es un tema para preocuparse la vuelta de la DEA, que tenía oficinas en las tres fuerzas armadas argentinas.

 

Retomando el tema de los organismos regionales de integración como CELAC, ALBA y UNASUR ¿Cómo ve el futuro de los mismos con este acercamiento de Estados Unidos a la Argentina?

Creo que es muy importante haber desarrollado herramientas, algunas son de integración como el proyecto del ALBA, impulsado por Cuba y Venezuela. y después se sumaron varios otros países. Argentina formalmente nunca participó aunque sí a través de ciertos movimientos sociales y otros proyectos de cooperación y coordinación política como la UNASUR o como la CELAC. Me parece clave que haya instancias o herramientas que permitan resolver los problemas de la región sin la dirección de Estados Unidos que claramente tiene una historia distinta, intereses distintos y diferencias sustanciales con los países de América latina.  

Ahora bien, es cierto que en los últimos años el proceso de creación de estas herramientas se vio relentizado o frenado por causas económicas como la crisis del precio de los commodities. Se da un proceso de estancamiento, de recesión económica, sumado a eso la caída del precio del petróleo además de los alimentos, generó problemas económicos muy fuertes en Ecuador, y todo eso frenó un poco el proceso de integración. La desaparición de Chávez que era uno de los impulsores hace tres años en marzo de 2013 también tuvo un impacto negativo en esos procesos de integración. Sin duda apuesta Estados Unidos, al tratar de que frenen esos acuerdos aunque en algunos casos no lo dice abiertamente, pero apunta a la creación de otras instancias de coordinación política que contrarresten a estas que mencionamos antes.  

Por ejemplo en 2011 alentó a los gobiernos más afines a que formaran la Alianza del Pacífico que son México, Colombia, Perú y Chile. Esta alianza tiene su propio establecimiento con una clara impronta neoliberal, es una suerte de contrapeso que impulsaron los aliados de Estados Unidos a lo que era el bloque del ALBA. De hecho, Macri está planteando la necesidad de que la Argentina se incorpore o se aproxime a la Alianza del Pacífico, por supuesto Estados Unidos va a tratar de reposicionar a la Organización de los Estados Americanos (OEA), discutamos en la OEA que estamos todos va a decir Estados Unidos y que las otras se enfríen o se caigan; de la CELAC por supuesto que así no habla, con la UNASUR, está más institucionalizada, tiene esa política ambigua.   

Y con respecto a los tratados bilaterales de libre comercio, ¿Cuál cree que sea el mayor peligro que la firma de un TLC con la Argentina conlleva para la región?

Si la Argentina se cortara sola y firmara el tratado de libre comercio, sería como una herida mortal para el propio MERCOSUR, entonces sin decirlo directamente Estados Unidos está apostando a tratar de meter cuña. Cuando discutía el proyecto del ALCA, ¿Qué hacía? aprovechaba las asimetrías que hay en el MERCOSUR y le ofrecía a Uruguay o a Paraguay que firmaran un TLC bilateral sin los demás países, incluso el gobierno de Tabaré (Vázquez) que era el gobierno del Frente Amplio estuvo a punto de firmar un TLC con lo cual se hubiera partido el MERCOSUR. A eso apuesta Estados Unidos y Europa porque les conviene negociar con uno y no con todos, por suerte el MERCOSUR en esa época dijo: la negociación del ALCA va a ser cuatro más uno o acordamos todos o no acuerda ninguno. Esas formas de negociación son claves porque están dándote volumen y la posibilidad de tener una relación de fuerzas más equilibrada. Cuando hay un gobierno que te dice: «Tenemos que volver al mundo, no malquistarnos, tener una política exterior desideologizada, lo único que tenemos que hacer es arreglar con los organismos financieros internacionales, arreglar con los fondos buitre, pagar lo que nos dicen, atraer inversión extranjera y firmar acuerdos de libre comercio porque es la manera de volver a crecer», bueno eso es claramente una política exterior en función de otro modelo económico y eso sin duda apunta contra los esquemas de integración regional. Eso lo veo con muchísima preocupación, no sólo por lo que está pasando en argentina sino por lo que está pasando en todo el mundo.  

Obama viene en parte a eso, viene a restablecer la posición de Estados Unidos y tratar de darle todo el empuje que pueda a Macri  -que no tiene características de líder regional pero está siendo impulsado por la gran prensa de todo el continente y por Estados Unidos- a que se transforme en un líder sobre todo con la crisis de Brasil para traccionar a toda la región en otro sentido.

¿Cree que con este acercamiento de Estados Unidos a la región se intente reactivar el ALCA?

La canciller (Susana) Malcorra dijo hace pocos meses: «El ALCA no es una mala palabra para la Argentina», ni Estados Unidos volvió a mencionar el ALCA y Malcorra dijo esto, queremos hacer acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, queremos hacer el TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), el Acuerdo Transpacífico con Estados Unidos. Hace dos días tuvo que reconocer Malcorra que si bien no se puede firmar un acuerdo de libre comercio porque hay que discutirlo con el resto de los países del MERCOSUR, estaban en diálogo. Mencionó la posibilidad de que Argentina se incorpore al TPP, es el acuerdo que impulsa y que firmó Estados Unidos hace pocas semanas con otros once países y que tiene características similares a las que tuvo el ALCA en su momento. Entonces, por todo esto es que viene a ratificar Obama, viene a impulsar el tratado de libre comercio como el TPP, viene a tratar de convertir a Macri en un líder regional.

¿Qué opinas de la reciente decisión que la cámara de diputados argentina tomó de pagar a los fondos buitre y volver a endeudarse?

Parece que va en la misma línea, ellos hablan de la negociación con los fondos buitre, yo lo titularía la capitulación con los fondos buitre porque son fondos que hay que recordar, no son ahorristas que compraron bonos de la Argentina y vino la crisis del 2001, esos bonos se defaultearon y están reclamando aquello que les correspondería, no, los fondos buitre son fondos que compraron deuda que ya estaba en default, o sea la pagaron a precio de ganga, no al precio nominal y están haciendo negocios espectaculares con más del mil por ciento, además Argentina le paga a los abogados, paga los intereses de todo este periodo, o sea endeuda al país, se calcula en doce mil millones de dólares, esto es lo que se votó en la cámara de diputados, hay que ver qué pasa en el senado. Dinero que no va a entrar a la Argentina y que además deja la posibilidad de que aquel otro 93 por ciento que aceptó los canjes del 2005, del 2010, más allá que la cláusula RUFO está vencida desde el 2014, puedan litigar contra Argentina o que haya jueces de Europa o de otros países que digan: bueno, momentito,  había una cosa de igual trato y le estás dando mejor trato a estos bonistas y encima no son los bonistas originales sino que son los que compraron los bonos después, que están repudiados en todo el mundo, que la ONU el año pasado a instancias de la Argentina acaba de aprobar una resolución histórica contra este tipo de accionar que pone en riesgo todos los procesos de reestructuración de deuda.  

Me parece que es un desastre con el antecedente que significa para futuras reestructuraciones y por lo que va a significar para la Argentina, de nuevo tratar de sortear los déficits actuales. Entre tanto el país para adelante, con la idea de que eso es lo que nos va a permitir hacer tomar más deuda. Si se van a emitir bonos para pagarle a los buitres, porque esto va a generar confianza en el país para atraer inversiones extranjeras y para otorgar más crédito, dos cosas que desde el punto de vista neoliberal son positivas, para la Argentina y desde mi punto de vista son negativas porque profundizan el proceso de dependencia económica en el cual ya tenemos una larguísima historia  

Y a eso le llaman “abrirse al mundo”…

Argentina nunca estuvo cerrada al mundo y ese es otro tema, volver al mundo de ellos que ni siquiera son algunos países, son seguir la política de determinados países, el mundo no son los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), el mundo no es América Latina, el mundo no es Asia, sino que el mundo es seguir las políticas económicas que dice Estados Unidos y sus aliados y seguir las políticas que plantean los organismos financieros, eso es estar abierto al mundo.