Por Magalí Antonelli Laffitte
Fotografía: Daniela Yechua, Romina Morua

Luego de una asamblea convocada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en el Ministerio de Trabajo de la Nación, cerca de 300 trabajadores acordaron realizar el mediodía de este miércoles, entre otras medidas, un abrazo al edificio ubicado en la Avenida Alem.  “A fines de diciembre y durante los primeros días de enero, el Ministerio dio de baja y dejó en la calle a 30 trabajadores, nosotros estamos exigiendo su reinstalación. Pero además, frente al inminente fin de miles de contratos que el 31 de marzo tienen su fecha de vencimiento, estamos señalándole a las autoridades y, fundamentalmente, al ministro (Jorge) Triaca que no vamos aceptar ni un solo despido, ni una baja de contrato más”, aseguró a ANCCOM Hernán Izurieta, Delegado General de la junta interna de ATE Trabajo.

De los 30 trabajadores despedidos, la mayoría correspondía al área de sistemas y sus contratos eran de asistencia técnica a través de la Universidad Nacional de la Matanza. Esta precariedad de los contratos funcionó como primera justificación de los despidos, por lo que ni siquiera recibieron sus telegramas, sino que fueron notificados por correo electrónico. Los trabajadores calificaron este accionar como injusto. “Dicen que estos contratos son fraudulentos -declaró el delegado Diego Abu Arab-. Lo que deberían hacer, y lo que estamos exigiendo, es que regularicen la planta de trabajadores del Estado, no echar a los trabajadores”.

Patricia Luna, una de las trabajadoras despedidas contó a ANCCOM: “El 6 de enero nos dijeron que hasta ese día trabajábamos ahí. Y es hasta el día de hoy, 9 de marzo, que no hemos cobrado ni siquiera los seis días que trabajamos este año. Hacía diez meses que había entrado a trabajar, estaba en el área de Mesa de Entrada General, en la parte de Secretaría Privada de la Dirección, y la única razón que nos dieron de los despidos fue que eran por decisiones políticas”. Había conseguido el trabajo luego de un concurso al que envió su currículum. Luna es estudiante, y ahora vende comida para subsistir. Por otro lado, otro de los ex trabajadores, Daniel Cárdenas, agregó: “Ninguno pertenecía a  ninguna agrupación política, ni militábamos en ningún partido, no éramos ñoquis, teníamos un registro de tareas diario en donde se veía las actividades que hacíamos. Yo estaba en la parte de sistemas, lo que era análisis funcional, todo lo que tenía que ver con la resolución de problemas de aplicaciones”.

Los funcionarios no acceden al diálogo con los trabajadores y los delegados aseguran que solo reciben “puertas cerradas”. Según Izurieta: “Las autoridades, a través del Subsecretario de Coordinación, Santiago Ricardes, lo único que dicen es que no pueden hacer nada, nosotros sabemos que sí pueden hacer algo, que si quieren, lo pueden hacer”.

Abu Arab contó también que otra de las resoluciones votadas en la Asamblea fue “crear un fondo de ayuda solidaria a los despedidos,  que es un pequeño ingreso a partir del aporte de todos los sectores del Ministerio”. Además, agregó: “Estamos preparando un gran acto para el 24 de marzo, porque se cumplen 40 años, porque viene Obama a la Argentina, y porque sabemos que cuando hay políticas de ajuste en el país, están ligadas a la vulneración de los Derechos Humanos, y que los principales afectados de eso somos los laburantes”.