Por Santiago Caviglia
Fotografía: Andrés Wittib

Terrenos de dominio público y en donde los vecinos podían disfrutar de actividades sociales y deportivas al aire libre.  Así era el predio de Casa Amarilla, ubicado en pleno barrio de La Boca, pero quizá por mucho tiempo más. Por lo menos eso parece indicar la venta de esas tierras por parte del gobierno porteño al Club Atlético Boca Juniors, a través de la Corporación Buenos Aires Sur.

El predio está ubicado entre las calles Arzobispo Espinosa, Juan Manuel Blanes, Palos y Almirante Brown, a metros de la mítica Casa Amarilla, la réplica de la vivienda que habitó el Almirante Guillermo Brown junto a su familia. Estos lotes pertenecieron hasta 2010 al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y, luego, por un decreto del actual presidente Mauricio Macri, pasaron a la Corporación Buenos Aires Sur, una sociedad del Estado creada con el propósito de promover el desarrollo social y económico de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires. Aquí surge el primer interrogante: ¿Cuál sería el justificativo de otorgarle a un club como Boca esos terrenos?

La entidad presidida por Daniel Angelici -el principal operador en el Poder Judicial de Mauricio Macri- se presentó como la única oferente en la “Licitación con iniciativa Privada para el desarrollo y mejoramiento urbano Casa Amarilla” que puso a la venta 3,2 hectáreas. La venta de los terrenos se concretó en algo más de 180 millones de pesos. “Yo no conozco alguna otra organización del barrio sin fines de lucro que cuente con 180 millones de pesos y que pueda haberse presentado en esta licitación”, comenta Natalia Quinto, de la agrupación multisectorial del barrio “La Boca resiste y propone”.

Originalmente, los terrenos de Casa Amarilla iban a ser destinados para la construcción de más de 2.000 viviendas, pero en los ocho años de gestión que lleva el PRO en la ciudad sólo se construyeron 438. Por otra parte, en los últimos tiempos hubo debates entre los propios vecinos para determinar si lo mejor era ocupar todo el espacio verde con más viviendas o resguardar una parte para que sirva como pulmón y espacio de recreación para los habitantes. Lo que nunca debatieron -ni se imaginaron- es que estos terrenos pueden transformarse en un nuevo estadio-shopping, al mejor estilo europeo, como sueña el presidente de Boca Juniors.

Si bien este destino no está estipulado ni explicitado en la propuesta oficial presentada por el club, ni tampoco es lo que indicaba el objetivo de la licitación, muchos vecinos y socios boquenses sospechan que este es el primer paso para concretar el deseo de Angelici.

Aunque no está explícito, muchos vecinos de la Bombonera y socios de Boca sospechan que los terrenos de Casa Amarilla pueden transformarse en un estadio-shopping.

“Originalmente nos juntamos para tratar la temática de los chicos del barrio en situación de calle, y luego fuimos tratando otras problemáticas, entre las cuales por supuesto está muy presente la de los terrenos públicos de Casa Amarilla”, describe Quinto y agrega: “La gestión actual de Boca ya viene de incumplir otra resolución, la que le permitió construir La Bombonerita en el predio Pedro Pompilio. Esos terrenos fueron vendidos a Boca siempre y cuando promuevan actividades culturales y deportivas para los vecinos y nunca han cumplido. Entonces, ¿Por qué habríamos de creerles ahora?”

Luciano Caldarelli, en tanto, es integrante de la agrupación “Boca es Pueblo”, que se opone a la construcción de un nuevo mega-estadio para el club. “Nosotros luchamos por recuperar la identidad popular del club, que se fue perdiendo con la llegada del macrismo. Creemos que en los últimos años se han ido expulsando a los sectores populares del club y remplazándolos por los de mayor poder adquisitivo”.

Y agrega: “También se han expulsado poco a poco a los vecinos del barrio, antes podían acceder a las instalaciones libremente. Boca les daba hasta duchas de agua caliente o practicaban deportes representando a Boca sin incluso, ser socios.  Hoy esto sería totalmente impensado. También el número de chicos en la colonia de vacaciones era mucho mayor al de hoy, por los precios actuales que se manejan”.

Respecto al destino de los terrenos licitados, Luciano se muestra bastante escéptico al respecto: “¿Por qué le vamos a creerle a Angelici que en ese espacio va a construir más instalaciones deportivas para el club si año tras año cierra más deportes? Además, basta con buscar noticias de tiempo atrás donde él mismo le dice a los hinchas de Boca que el club tiene que construir un nuevo estadio debido a la limitada capacidad y la alta demanda para acceder”.

No hay que hilar muy fino para comprender los vínculos existentes entre Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Angelici, y al menos sospechar de las rápidas maniobras que hicieron para que Boca hoy esté tan cerca de obtener estos terrenos públicos. Oscar Moscariello, ex  vicepresidente primero del club (y  actual vocal y Secretario de Relaciones internacionales) ya había presentado años atrás, cuando era legislador porteño por el PRO, un proyecto de rezonificación que no pudo avanzar frente a la protesta de agrupaciones vecinales y del club.

En la actualidad, los papeles presentados por Boca en la licitación están siendo revisados en la Corporación Buenos Aires Sur para el otorgamiento definitivo de los terrenos. Mientras tanto, desde la agrupación “La Boca resiste y propone” han presentado un recurso de amparo para que se revisen todos los procedimientos, tanto del traspaso de los terrenos del IVC a Corporación Buenos Aires Sur por decreto en 2010, como la posterior venta al club, que no fue tratada por la Legislatura porteña.

“En la última feria judicial presentamos un recurso de amparo para que el juez se expida en la causa y nos de una respuesta. Queremos que se respete la ley, queremos saber de qué manera los terrenos pasaron de un día para el otro del IVC a Corporación Sur”, exige Quinto.  “Nunca nos confirmaron la audiencia pública con gente de Corporacion Sur, siempre nos eludieron”, señala  por su lado Caldarelli.

La agrupación “La Boca resiste y propone” han presentado un recurso de amparo para que se revise el paso de las tierras del IVC a la Corporación Sur y posteriormente, la venta al club.

Además, Quinto denuncia que desde la Comuna 4 muy poco se han preocupado por este tema que involucra a muchos vecinos del barrio: “Hemos intimado a los comuneros para que convoquen a una audiencia con los vecinos y aun no tuvimos respuesta. Es notorio que allí hay una bajada de línea desde alguien de más arriba que no quiere que se toque esta temática que involucra a todo el barrio”

ANCCOM se comunicó con Corporación Bs As Sur y desde allí sólo tienen para decir que la licitación otorgada a Boca estuvo en regla y que por el momento no encuentran nada irregular en todo el proceso. Del lado de Boca nunca  se obtuvo una respuesta oficial.

“Los grandes medios de comunicación nunca divulgaron nuestros reclamos y denuncias. Nosotros, junto a otras agrupaciones, hicimos varias marchas y protestas con miles de hinchas y vecinos y no tuvimos la suficiente difusión. Para los hinchas de Boca, La Bombonera toca nuestra identidad, no es sencillo dejarla y mucho menos por un estadio-shopping, al estilo europeo. Además de que los precios van a ser accesibles sólo para los sectores de altos recursos. No queremos eso”, concluye Caldarelli.

Habrá que esperar entonces qué decide la Justicia, qué informará Corporación Sur acerca de los informes realizados y si el tema finalmente será tratado en la Legislatura porteña, como debió haber ocurrido desde un primer momento. Los vecinos de La Boca están expectantes.