Por Ignacio Rocca, Magalí Medina
Fotografía: Facundo Galán

“Estoy muy golpeado por esta circunstancia, pero no encuentro otro homenaje por respeto a la familia y compañeros que no sea siguiendo en esta lucha como siempre”, declaró Jorge Altamira, pre candidato a presidente, que llegó tres horas tarde al búnker del FIT tras haber acompañado a los familiares de Micaela Dramisino, fiscal del partido y estudiante de Trabajo Social de la Facultad de Sociales de la UBA, que murió en un accidente de tránsito en la localidad bonaerense de Burzaco, partido de Almirante Brown.

En cuanto a la propia elección, Altamira ratificó el crecimiento de su fuerza. El FIT, obtuvo el 3,32 por ciento de los votos, convirtiéndose en la quinta fuerza a nivel nacional. El líder del Partido Obrero se presentaba como precandidato por sexta vez en una elección presidencial, aunque esta vez –en lo que probablemente haya sido la sorpresa de la jornada- fue derrotado por su rival interno, el joven diputado del Partido de los Trabajadores Socialistas, Nicolás del Caño, por apenas 20.000 votos.

 

Sensaciones encontradas

Cuatro televisores al ritmo del zapping noticioso y las banderas de los distintos partidos y movimientos de izquierda funcionaban como único rasgo diferenciador en el ex Salón la Argentina, ubicado en Rodríguez Peña 361. Salvo esos detalles, el clima hermético con el que se seguía los sondeos a boca de urna casi que no variaba de lo que bien podría haber sido la antesala de una obra teatral independiente, por los silencios y la poca concurrencia.
Cerca de las 23, cuando Altamira llegó al búnker, los militantes pusieron algo de calor al ambiente, pero nunca se levantaron banderas ni se acompañó con cánticos o música. El contexto por la pérdida de una compañera que oficiaba de fiscal, una de las tres mil quinientas que se concentraron en la provincia y de los casi dieciocho mil que se desperdigaron por el país, modificó el clima general.

“Si el Estado y los gobiernos están organizados de tal manera que a través de punteros y manipulaciones condicionan las elecciones, lo van a hacer también el día que haya un sistema puramente electrónico” declaró Altamira, quien además ratificó que el FIT no tuvo problemas en la fiscalización.

 

El cierre de la jornada encontró a la militancia esparcida en el Palacio, los más jóvenes sentados en rondas en el suelo, con los celulares en la oreja esperando un desenlace que sorprendió al propio Altamira: desde 1989 había encabezado todas las boletas de su fuerza pero el próximo octubre deberá dejarle el lugar al Del Caño. El cordobés, que es diputado por la provincia de Mendoza, tuvo que esperar en el BAUEN –el hotel recuperado por los trabajadores- casi hasta el amanecer para poder confirmar su victoria.

Actualización 10/08/2015