Por Santiago Caviglia
Fotografía: Laura Pasotti

El quad rugby llegó a la Argentina en 2005, luego de una clínica realizada por jugadores de EE.UU en el partido bonaerense de Ezeiza. Este deporte, nacido en Canadá a fines de los ´70  y originalmente llamado “murderball” (balón asesino), es practicado tanto por hombres como mujeres que tienen distintos grados de cuadriplejia. En nuestro país son cuatro los equipos que lo juegan y en ellos se formaron los jugadores del seleccionado que del 7 al 15 de este mes intentarán acceder al podio en la máxima competencia continental para atletas con discapacidad.

Fernando Cañumil es jugador del club Tigre y también del equipo nacional. “Yo era buzo de prefectura y me accidenté rescatando a unos pibes que se estaban ahogando el 24 de diciembre de 2002”, cuenta. Muchos de quienes practican este deporte no habían tenido contacto con el rugby antes de sus lesiones. “Luego de rehabilitarme, conocí este juego en 2008 a través de un vecino que era cuadripléjico y lo practicaba. Y ya al año siguiente participé en mi primer torneo con el seleccionado”, agrega Fernando, que fue uno de los creadores de Tigre, nacido en 2009. Hasta entonces, había solo un equipo de quad rugby: Buitres, también de la Provincia de Buenos Aires.  Hoy, ya existen otros dos  equipos, Dogos de Córdoba y CILSA de Santa Fe,  mientras que en vías de desarrollo y consolidación están los representativos de Mar del Plata y Tucumán.

Nicolas Stuppenengo,  Fernando Pantin, Juan Foa, Daniel Viega y Ezequiel Ferreira practican rugby.

Nicolas Stuppenengo, Fernando Pantin, Juan Foa, Daniel Viega y Ezequiel Ferreira practican rugby.

En lo que respecta a las competencias internacionales, la selección argentina participa oficialmente desde el año 2008. Hasta la fecha, nuestro país ha actuado en varios torneos internacionales con muy buenos resultados. Uno de los más destacados fue el Panamericano de Buenos Aires 2009, que otorgaba tres plazas al Mundial de Vancouver del año siguiente. Al competir con selecciones de mucha más experiencia y desarrollo, como las de EE.UU y Canadá, la Argentina debió disputar la última plaza en un mano a mano contra Brasil. El partido se disputó en el estadio del CENARD “Romero Brest”, a capacidad colmada, con un público que nunca dejó de alentar. Argentina finalmente ganó y se clasificó por primera vez a un mundial de esta especialidad.

Para poder jugar quad rugby, los atletas deben manifestar alguna discapacidad que afecte tanto miembros superiores como inferiores. La mayoría de los atletas tiene lesiones medulares, pero hay  otros deportistas con una amplia variedad de condiciones médicas. Los jugadores son clasificados según la funcionalidad en sus cuatro miembros, y se les asigna un puntaje que va de 0.5 (la funcionalidad más baja) a 3.5 (la más alta).

El juego es muy dinámico, con cuatro jugadores por equipo y con cambios ilimitados. Los conceptos que más toma del rugby son dos: el golpe (los choques) y el espíritu de equipo. Se juega en una cancha de medidas similares a las del básquet, con un balón muy parecido en cuanto a peso y tamaño al del vóley, en cuatro cuartos de 8 minutos cada uno. El objetivo principal es llegar con posesión de la pelota hasta la línea de fondo del equipo rival para anotar un punto.

La pelota debe ser picada al menos una vez mientras se traslada y hay una determinada cantidad de segundos disponibles para cruzar la mitad de la cancha y, luego, para anotar un punto. No se permite el contacto físico, pero si el impacto entre las sillas de ruedas, que a diferencia de las convencionales, son más robustas y especialmente acondicionadas para la práctica de este deporte.

Federico Menini es rugbier convencional, juega en la primera división del Club Manuel Belgrano y además es el director técnico de la selección argentina de quad rugby. “Yo entré a desempeñarme en el servicio nacional de rehabilitación, que trabaja con distintas organizaciones deportivas. Una de ellas es la Fundación Rugby Amistad, mediante la cual pude conocer y acercarme a los chicos del quad rugby. Al principio me acerqué por curiosidad, para saber de qué se trataba, ayudarlos a cambiarse, a dirigir los entrenamientos, también fui preparador físico del equipo”, explica.

Según Menini, hay grandes perspectivas del crecimiento de este deporte en nuestro país: “Hoy hemos evolucionado bastante, incorporamos tecnología en lo que respecta a sillas especiales que hemos traído desde Estados Unidos gracias a la ayuda del ENARD, el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo”.

En un futuro próximo, Menini espera que el deporte siga creciendo y pueda consolidarse a nivel nacional con la creación de ligas locales. En este sentido, Brasil es un modelo cercano a copiar, donde ya cuenta con la formación de una liga local y también ha recibido un gran impulso económico a partir de la proximidad de los próximos Juegos Olímpicos, en Río 2016.

El quad rugby llegó a la Argentina en 2005, luego de una clínica realizada por jugadores de EE.UU en el partido bonaerense de Ezeiza.

El quad rugby llegó a la Argentina en 2005, luego de una clínica realizada por jugadores de EE.UU en el partido bonaerense de Ezeiza.

“No es fácil que las personas con lesiones en sus cuatro miembros quieran practicar deportes.Se trata de gente que muchas veces se termina quedando en su casa, no sale por las barreras arquitectónicas que hay en la ciudad”.

El seleccionado argentino, que durante el año entrena tres veces por semana en la sede del Servicio Nacional de Rehabilitación,  debutará en los Parapanamericanos de Toronto el  sábado 8 contra Estados Unidos. Su segunda presentación será el domingo 9, ante Chile. La tercera fecha será contra Canadá, el lunes 10, mientras que el martes 11 se enfrentará ante Brasil. La quinta y última fecha será al día siguiente, con el duelo Argentina-Colombia. El jueves 13 se jugarán el partido por el quinto puesto y las semifinales, mientras que el viernes 14 se disputarán el encuentro por el tercer puesto y la final.

Actualización 05/08/2015