Por Lucas Lufrano
Fotografía: Deborah Valado

La Gendarmería Nacional Argentina reprimió este martes, a primera hora, a los trabajadores de la línea 60, quienes intentaban realizar un piquete en la Autopista Panamericana a la altura de la ruta 197, localidad de Pacheco, en el marco del conflicto que hace más de un mes mantienen con Micro Ómnibus Norte SA (MONSA), empresa controlante del servicio en manos de la empresa DOTA. Los delegados denunciaron que 33 manifestantes resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, y 5 estuvieron detenidos hasta la tarde en la Base Operativa N° 4 de Tigre.

Bajo el mando del secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, los casi 400 efectivos primero dispersaron a los manifestantes a las 7 de la mañana. Minutos después de las 10, un grupo de choferes que había estado cortando el Puente La Noria arribó a la zona y el choque se reanudó. Las fuerzas de seguridad utilizaron balas de goma, pistolas lanzagases y gas pimienta. De acuerdo al Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el empleo de dichos elementos durante protestas en la vía pública fue prohibido por la Resolución N° 210/2011 del Ministerio de Seguridad, que regula los protocolos de actuación en tipo de situaciones.

La orden de desalojo había sido emitida por el Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 1 de San Isidro, a cargo de Sandra Arroyo Salgado. Al cierre de esta nota, tres de los veinte trabajadores lesionados permanecían hospitalizados. Dos de ellos, Omar Barreiro y Adrián Acosta, estaban bajo terapia intensiva. “A Barreiro lo golpearon luego de haberlo detenido”, aseguró el delegado Iván Iza a ANCCOM. Además, el reportero gráfico de Infobae, Adrián Escandar, sufrió quemaduras por gas pimienta. Por su parte, Gendarmería informó que cinco de sus agentes fueron heridos.

Compañeros y familiares apoyan a los trabajadores en huelga encerrados en la Terminal de la Línea 60 el 18 de julio de 2015.

Compañeros y familiares apoyan a los trabajadores en huelga encerrados en la Terminal de la Línea 60

Luego de los incidentes, el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados, se ofreció como mediador. Durante la tarde mantuvo una reunión con los delegados y con representantes de la empresa DOTA en oficinas que la cartera bonaerense posee en el Puente 12 de La Matanza. Las partes resolvieron pasar a cuarto intermedio por 24 horas y hoy podrían reunirse de forma conjunta para acercar las diferencias. Aunque celebró la reunión, la comisión interna se mostró desconfiada de que la empresa acepte todas las demandas y no descartó continuar con medidas de fuerza a partir del jueves. Además, informaron que la empresa había reconocido a Granados que seguía habiendo una lista de despedidos, a la que los trabajadores reclaman reincorporar. “Significa reconocer que la lucha de La 60 es un reclamo gremial y no una cuestión judicial”, señalaron los delegados en un comunicado.

“La izquierda está buscando un muerto”, sentenció a la mañana Roberto Fernández, secretario general de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) -gremio al que también están afiliados los delegados de la línea 60-, en diálogo con el programa radial Al Máximo de la FM Latina 101.1. “No sé por qué hace referencia a la izquierda. Quienes formamos parte y encabezamos la protesta somos empleados de MONSA. En ese marco pedimos apoyo y los dirigentes de algunos partidos de izquierda se hacen presentes. Pero nos encantaría que, además, otros sectores políticos se solidarizan con nuestro reclamo”, respondió Iza a ANCCOM al ser consultado sobre las declaraciones de Fernández.