Por María Fernanda Rezzano Cobelo

Yamila vive en Moreno; cada vez que quiere cargar la tarjeta en su barrio, debe ir al único kiosco en diez cuadras a la redonda que existe. En el local hay un cartel que dice: “Estimado cliente, cada vez que usted carga $10 yo recibo la irrisoria suma de $0,1. Esto es menos que un caramelo. Por lo que me veo en la obligación de cobrar $2 de recargo”.  Lo mismo que vive Yamila, es lo que viven miles de usuarios que habitualmente van a hacer uso de este servicio, que es gratuito, y se encuentran con que el comerciante decide cobrar de 0,50 hasta 5 pesos de sobreprecio contradiciendo la ley. El vecino puede elegir no cargar en el kiosco, pero no todas las localidades tienen más de un punto de carga cerca.

Según la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), el sistema lo provee Nación Servicios S.A., con la Red de Carga SUBE. En carácter de retribución por el servicio de carga, Nación deberá abonar al proveedor un 3 por ciento más IVA del valor total de las operaciones efectuadas mediante la red de carga y, en caso que la carga se realice mediante canales electrónicos que requieran otra instancia de transferencia de valor,  -el caso de los comercios-, la retribución será de 1,5 por ciento más IVA del valor de la carga.

La Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) es el único organismo que nuclea a nivel nacional a todos los kioscos asociados y vela por los intereses de estos pequeños comerciantes. El presidente desde hace un año, Néstor Adrián Palacios, vincula los sobreprecios a la poca rentabilidad que resulta de proveer el servicio de carga. Desde la organización, hay una propuesta para lograr un mayor beneficio en las cargas virtuales: “No alentamos los sobreprecios desde la Cámara, pero somos conscientes de que las empresas intermediarias, cuando dejan los insumos, lo hacen una sola vez y nunca más;  cosas como el tiempo, Internet y otros, llevan un sistema de trabajo que en rentabilidad es el 1 por ciento, que es lo que estamos tratando de trabajar con el Estado. Propusimos que cada kiosquero tenga una cuenta en el Banco Nación donde cargue un determinado monto. Hoy en día el intermediario es Nación Servicios, las empresas entregan al kiosquero los insumos, que antes debe hacer un depósito de 5.000 pesos. A veces se tarda más de 48 horas en cargar el saldo por lo cual el dinero queda atrapado en la cuenta”. Palacios agrega además que “Nación Servicios contrata empresas y estas reciben un 3 por ciento, por lo cual aducen que no pueden dar mayor rentabilidad a los comerciantes. De esta forma se recae en el kiosquero que queda en el medio entre el servicio y el usuario de la SUBE, volviéndose la cara visible de este sistema de competencia desleal”.

Proveer el servicio de carga no es obligatorio. Sin embargo, son muchos los kioscos que solicitan tener recarga SUBE. Palacios explica que “los kiosqueros lo tenemos como un servicio porque atrae clientela. Pero a veces hay mucha cantidad de gente y poner un empleado dedicado a la carga no es rentable para un comercio chico. Tanto en las cargas de SUBE como de telefonía, el porcentaje de ganancia es bajo, cercano a cero. Nosotros anhelamos que el sistema SUBE lo pueda manejar el banco Nación o Provincia, esto generaría blanquear la plata, la obtención de tarjetas de crédito y débito, la inserción del kiosquero en el sistema bancario. Igual, comprendemos que se trata de un sistema nuevo y que tiene que ser mejorado, y nos sentimos parte de este servicio, porque somos quienes facilitamos la carga de la tarjeta. La idea es que del Estado llegue al kiosquero y de allí al usuario”.

Recientemente, se labraron multas a algunos de los kioscos que cobran recargo por proveer el servicio en la Ciudad de Buenos Aires y otras localidades. Las denuncias suelen ser asentadas por el usuario que ve encarecer este servicio y mediante distintas vías, lleva adelante su reclamo. No existe una asociación de consumidores que trabaje este tema de manera específica, pero la gran cantidad de demandas terminaron con varias multas por parte de la Defensoría del Consumidor en la Ciudad y, en ocasiones, por diferentes municipios.

Frente a esto, el presidente de la UKRA sostiene: “El tema de las denuncias descansa en las ganancias, todo se solucionaría con mayor rentabilidad. Por ahí no se genera tanto conflicto porque se difundió bastante, el usuario entiende que el kiosquero tampoco es que gana tanto. Que hay mucha incertidumbre como comerciante. Queremos mejorar para que no pase más esto. Cuando hay aumentos de tarifas o transporte el monto para el kiosquero sigue siendo el mismo“.

La existencia de sobreprecios en numerosos lugares, genera el interrogante acerca de si es posible lograr terminar con algunos intermediarios a la hora de realizar las recargas de SUBE. Sin embargo, la solución que encuentran algunos comerciantes realizando el cobro de un importe adicional por proveer el servicio es ilegal; pese a los riesgos de inversión, el kiosquero puede elegir reemplazar sus carteles de recargo por un “No cargamos SUBE”.

¿Qué hacer en caso de sobreprecios?

Por ley, en la Ciudad de Buenos Aires todos los comercios que proveen el servicio de carga de crédito virtual en tarjetas SUBE deben exhibir un cartel con la siguiente leyenda: «Sr/a Usuario/a: cobrar adicionales o exigir la compra de un producto por la prestación del servicio de carga de crédito en teléfonos celulares o en la tarjeta SUBE es una práctica abusiva que transgrede lo establecido en el Art 8º bis de la Ley Nº 24.240 de Defensa del Consumidor».

El servicio de carga SUBE es totalmente gratuito. Todo usuario que detecte alguna irregularidad puede comunicarse con la Comisión Nacional de Regulación del Transporte  – CNRT –  al 0800-333-0300 o al call center de SUBE, que funciona en el 0810-777-SUBE (7823) o mediante una denuncia en línea, con el domicilio del kiosco al que se busca denunciar. Para ello, puede realizarse a través de Internet ingresando a la web www.sube.gob.ar.

Por otra parte, si un usuario presenta la tarjeta en una línea o estación habilitada que no tiene la máquina o está fuera de servicio, viaja gratis. Si no le permiten viajar, puede presentar el reclamo en la CNRT. En esos casos, es importante tomar nota del interno o dominio de la línea, fecha y horario del incidente.

Alternativas para la recarga de la SUBE

La recarga de la SUBE puede hacerse en los cajeros automáticos correspondientes a bancos adheridos en todo el país, home banking y celulares que cuenten con la aplicación Link celular. Esta opción convive con la ya tradicional modalidad de recarga con dinero en efectivo en los centros de carga SUBE.

Los montos permitidos para recargar son $50, $80, $100, $120, $150, $180, $200. La suma del monto a acreditar y el saldo de la tarjeta no debe superar los $300. El servicio no tiene costo adicional.

Para utilizar este sistema hay que realizar los siguientes pasos:

1) Asociar la tarjeta SUBE a través de un cajero automático perteneciente a la Red Link y correspondiente al banco del usuario.

2) Realizar una carga.

3) Validarla en una Terminal Automática SUBE (TAS). Para conocer la ubicación de las TAS: www.sube.gob.ar

Los bancos adheridos, por ahora, son:

Banco de la Nación Argentina

Banco de la Provincia de Buenos Aires

Banco Ciudad de Buenos Aires

Banco Credicoop